El tener un familiar en la cárcel es doloroso para cualquier familia y más aún si lo tienen encerrado a cientos de kilómetros de su país.
Esa es la triste realidad que enfrenta el hogar Barrantes Vargas, vecinos de Coronado en San José.
Ellos son los familiares de Cristofer Barrantes Vargas de 25 años, uno de los ticos enjuiciados en la comunidad de Diriamba, en el vecino país del norte, por el delito de transporte de drogas.
Por este mismo caso también está detenida una tica identificada como Hazel Mejía Carballo, vecina de Coronado. Además de otros dos nicaragüenses: Gustavo Adolfo Pérez Quesada y Roxana Nohemí Bustos Ruiz.
Doña María Eugenia Barrantes, mamá de Cristofer, afirma que su hijo tiene retardo mental y que lo sacaron del país engañado, además dice que su ser querido no tiene pasaporte, por lo que salió ilegalmente.
Los parientes han viajado a Nicaragua para acompañarlo en las audiencias, pero quisieran que lo dejen libre y poder así traerlo a Costa Rica.
"En el juicio no nos dejan estar mucho tiempo con él, la jueza solo nos deja verlo tres minutos y en ese rato solo lo abrazamos y le preguntamos si está bien, pero él solo se queda callado", expresó.
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Malas juntas
La mujer contó que el problema que enfrentan comenzó desde que Cristofer entró a trabajar en una carnicería, allí conoció a un nicaragüense de nombre Gustavo Adolfo Pérez (también enjuiciado), a quien señala como el responsable de llevárselo.
Las cosas se agravaron desde el 15 de agosto pasado, cuando el muchacho se fue de la casa y no daba señales de vida.
"Nosotros lo anduvimos buscando, lo llamábamos y no contestaba, pero el 21 de agosto mi hijo me llamó y nos dijo que estaba bien, él luego nos visitó en la casa y lo regañamos, pero Gustavo nos dijo que Cristofer seguro tenía una novia por lo que se quedaba donde ella, nosotros le creímos", manifestó.
A pesar de la jalada de orejas, el muchacho nuevamente se fue de la casa y la familia volvió a tener noticias cuando ya estaba detenido en Nicaragua, una vecina fue la que les avisó al ver al muchacho en las noticias.
Familia hace rifas para poder viajar
Doña María Eugenia agregó que ha tenido que hacer rifas para poder costear los pasajes del bus, con el fin de ver y darle el apoyo a su hijo.
"Gustavo fue el que lo llevó allá (refiriéndose a Cristofer), pensamos que él era bueno y que nos ayudaría a conseguirle trabajito, confiamos ciegamente", dijo con tristeza.
Esta mamita ha viajado solamente para las audiencias, ya que la condición económica es muy dura.
Marlon Sáenz, el abogado del joven, le dijo al tribunal que, además de retardo mental, Cristofer sufre de epilepsia, hiperactividad y déficit de atención. A pesar de todos estos alegatos, el juicio siguió y se espera que durante esta semana concluya.
Estos costarricenses fueron detenidos la tarde del jueves 1° de setiembre del año pasado en la comunidad de Diriamba, en el departamento de Carazo. Los agarraron cuando andaban en un carro con placas ticas, dentro del cual había cocaína.