José Miguel Jiménez Solano fue bautizado como Milagrito en el hospital de Niños, esto debido a que sobrevivió a un trágico accidente de tránsito en el cual su papá perdió la vida.
Así lo contó Fabiola Solano Alvarado, mamá del jovencito de 12 años, y aseguró que fue Dios quien protegió a su hijo y le permitió volver a casa después del trágico accidente.
“En el hospital no era José Miguel sino Milagrito, solo así me lo llamaban porque eso es él, un verdadero milagro de Dios”, dijo Solano.
El accidente ocurrió el sábado 21 de diciembre de 2019 en Tárcoles de Garabito, Puntarenas, cuando el carro en el que viajaba José Miguel y conducía su papá, Miguel Jiménez Barrantes, chocó de frente contra un tráiler.
Aparentemente el choque se dio debido a que Jiménez, de 40 años, se descompensó y perdió el control del automóvil, invadiendo el carril del camión. Miguel murió en el lugar, mientras que el joven fue llevado de emergencia al centro médico.
Paseo terminó en tragedia
Doña Fabiola recordó que José Miguel tenía cerca de una semana de estar compartiendo con su papá y ese día planearon un viaje a Jacó como premio para el joven por haber ganado el sexto grado de escuela.
“Nosotros estuvimos en contacto todo el día, la última llamada fue como a las 2 de la tarde cuando me dijeron que iban de regreso a la casa de él (Miguel) en Sabanilla, porque la idea era llegar temprano para que vieran el partido de la Liga juntos”, detalló Solano.
Las horas pasaron y Fabiola no supo más de su hijo, motivo por el cual intentó llamarlo al celular del papá, pero solo le salía la contestadora. Ella presentía que algo malo les había pasado.
“No sabia nada de ellos hasta que a las 8:45 de la nocge recibo la noticia de parte de mi exsuegra, ella me dijo que tuvieron un accidente y que el papá de mi hijo murió y que mi hijo se encontraba muy grave”, contó.
Angustiada, la mamá salió a toda prisa de su casa en Poás de Alajuela para reencontrarse con su hijo, quien fue pasado de urgencia a la sala de operación del Hospital de Niños.
Milagrosa recuperación
En el centro médico, la mamá recibió la buena noticia de que su hijo no sufrió ninguna herida de gravedad en sus órganos vitales, lo que era un verdadero milagro por lo aparatoso del accidente; sin embargo, le explicaron que presentaba muchas fracturas y golpes, especialmente en sus piernas y brazos.
“Los doctores estaban sorprendidos porque jamás se imaginaron que se iba a recuperar tanto en tres días, lo desentubaron y en una semana exacta le dieron la salida, el sábado 28 de diciembre”, añadió la madre.
Doña Fabiola dijo que la recuperación de Milagrito ha avanzado bastante bien, ya que aunque todavía no se puede poner de pie, ya empezó a mover un poco más sus brazos y piernas.
“Anímicamente tratamos de que nunca esté solo, como para que él no se meta tanto en lo que le pasó al papá, sobre todo porque eran muy unidos y José Miguel era el único hijo que tenía”.
Aunque ya no estaban juntos como pareja, Solano dijo que la muerte de Miguel también fue un golpe muy duro para ella, pues era un hombre bueno y un gran papá que siempre sacaba tiempo para compartir con su hijo.
“Siempre contamos historias de él (Miguel) porque no tenemos recuerdos feos, siempre fue un buen padre y así queremos que lo recuerde José Miguel”, añadió doña Fabiola.
Visita muy especial
Pocos días después de que regresó a su casa, José Miguel recibió una visita muy especial, dos de los ángeles que lo cuidaron mientras era llevado al hospital.
Se trata de Johnny Miranda y Alejandro Castro, los dos oficiales de la Policía Municipal de Escazú que se encargaron de abrirle paso a la ambulancia que transportaba al niño hasta el centro médico.
“Yo quería agradecerles de corazón lo que hicieron por mi hijo, porque ellos son unos ángeles para mí, toda mi vida voy a estar agradecido con ellos”, dijo la mamá de José Miguel.
Para el oficial Johnny Miranda el reencuentro con el jovencito fue un momento muy especial que jamás podrá olvidar, pues fue una muestra de lo importante que es el trabajo que realiza a diario.
“No puedo ni explicar lo que sentí en ese momento, saber que esos minutos lo ayudamos a avanzar mientras iba en la ambulancia le salvaron la vida le llena el corazón a uno de tanta alegría. Yo tenía los ojos cargados de lágrimas y solo tenía ganas de abrazarlo y ponerme a llorar de felicidad”, dijo el uniformado.
Como los oficiales visitaron a Milagrito el Día de Reyes (6 de enero), le llevaron varios regalitos al joven, los cuales compraron con platita que sacaron de sus propios bolsillos.