Mateo Argueta Vega, el chiquito de 5 años que murió tras ser atropellado por un tráiler en Guácimo de Limón, usó su último aliento para, prácticamente, despedirse de su mamá, Carla Vega Arias, quien estuvo junto a él hasta su último momento.
“Yo lo único que le decía es que era un niño fuerte, que iba a salir de esta, que respirara, pero él me decía que le dolía mucho aquí (señalando la boca del estómago).
“Le pedí a papá Dios que me le diera vida, que me lo tuviera con bien, pero llegando a la entrada de Guácimo ya vi que no respiró más. Lo último que hizo fue tomar aire y decir mamá”, contó Vega a La Teja.
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El trágico accidente que cobró la vida del pequeño ocurrió a eso de las 7 de la noche de este lunes 23 de enero en Guácimo de Limón; específicamente, en una calle de lastre en la localidad de Afriquita.
“De acuerdo con el informe preliminar, al parecer, varios menores jugaban sobre una calle de lastre pero, en determinado momento, pasó un camión y, por razones que se investigan, atropelló a uno de los menores”, indicó la oficina de prensa del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Bici sin frenos
Carla contó que su hijo tenía un grupito de amigos con los que solía jugar a diario; prácticamente, eran inseparables, hasta el punto de que se quedaban jugando hasta tarde. Esa situación nunca le causó preocupación, pues dijo que viven en un barrio muy tranquilo.
La tragedia que tiene de luto a esta familia y a todos los vecinos de la Afriquita sucedió cuando un hombre que vive en esa misma comunidad iba manejando su tráiler por la calle de lastre en la que se encontraban Mateo y los otros chiquitos.
“Un vecino que vive aquí maneja un tráiler, es su machete de trabajo y él sabe que aquí siempre pasa lleno de niños jugando. Lamentablemente, mi bebé andaba en bicicleta con un amigo, pero esa bicicleta que el amiguito le prestó no tenía frenos; entonces, me imagino que él quiso frenar, pero del susto de ver el tráiler se cayó, más que la calle está en muy mal estado, y todo se prestó para que ocurriera el accidente”, contó Vega.
“Era un niño super cariñoso”
— Carla Vega, mamá de Mateo.
El pequeño Mateo sobrevivió al atropello, pero resultó muy lastimado, al punto de que le costaba mucho respirar. Sin pensarlo dos veces su madre pidió la ayuda de un vecino para que los llevara a la clínica de Guácimo; sin embargo, el chiquito no soportó y falleció cuando iban de camino.
“Simplemente, era un niño al que le gustaba jugar, divertirse y andar en bicicleta. Aprendió muy rápido a andar en bici; imagínese que tenía como un mes de haber aprendido, fue superrápido, casi que de un día para otro que se le quitaron los rodines”, contó la mamá de Mateo.
Trailero pidió perdón
Vega contó que la mañana de este martes, mientras aún trataban de asimilar la muerte de Mateo, recibieron la visita del conductor del tráiler que causó el accidente.
“Él vino a pedir perdón, a sentir ese poco de paz que uno le puede brindar al decirle que no fue culpa de él, que simplemente fue un accidente”, dijo la angustiada madre.
Carla dijo que el conductor estaba muy afectado, pues no se explicaba aún cómo había ocurrido esa tragedia, según ella, una de las cosas que más lo afectó fue ver el llanto de su otra hija de 11 años.
“Ella (su hija) esta bien, es demasiado valiente, pero es como uno que por momento se quiebra, es eso de que pasamos bien un ratito y al siguiente estamos caídos”, añadió.
Niño muy alegre
La madre de Mateo lo describió como un niño muy alegre y con mucha energía, por eso era normal verlo correteando y jugando con los otros niños del barrio.
“Mateo desde que nació era un terremoto, desde que estaba en mi vientre, super lleno de energía, un niño sonriente, super original, tenía sus frase y dichos.
“Le gustaba mucho comer filete de pescado con arroz, le fascinaban los chicharrones, ahora con este asunto del Tajín le encantaba ponerle eso, sal y limón a los chicharrones”.
Vega también contó que su hijo entraba este año a Transición, por lo que el próximo año ya iba a empezar la escuela, situación que lo tenía muy emocionado.
“Él estaba contando los días para regresar a clases, más que ellos entran ahorita el 6 de febrero, ya estábamos comprándole las cositas de él”.
El cuerpo del pequeño Mateo será velado en su casa la tarde de este martes, mientras que el miércoles se realizará un culto en la iglesia de la Colonia de Guápiles para que finalmente sea llevado al cementerio de Vásquez de Coronado, donde será enterrado junto a sus abuelitos.