Una mujer de apellido Sandoval es la principal testigo del mortal ataque que sufrió Manfred Barberena Novoa en Cuesta de Moras, en San José centro.
Los detalles que Sandoval dio en la sala de juicio estremecieron a más de uno e incluso doña Florencia Novoa, madre del muchacho, soltó en llanto al escuchar cada palabra que dijo la mujer.
En un principio ella no quería declarar por miedo de los acusados, pues estos los habrían amenazado con el ademán de dispararles al ver que ayudaban al joven herido; sin embargo, luego de varias intervenciones, la testigo decidió dar su testimonio pese al miedo.
“Siento que lo que estoy tratando de hacer es cooperar con la ley”, manifestó Sandoval al iniciar su declaración, no obstante, pidió que su imagen y su voz no fueran grabadas.
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Ella afirmó que todo ocurrió frente a la parada de Salitrillos en San José.
La agresión se dio el viernes 24 de junio del 2022 y ella estaba en el sitio porque en la noche, junto a su esposo, fueron a hacer compras al mercado para el negocio que tienen.
“Estoy quitando los candados del comercio, vemos a los lados para poder ingresar, veo a dos muchachos que vienen hacia acá (hacia ella), sabía que eran muchachos malos, que pueden asaltar, pueden robar”, afirmó Sandoval.
La testigo recordó que había unas seis personas en la parada de buses, además de un muchacho que estaba recostado en la cortina de un negocio, se refería a Manfred, quien estaba solo.
En ese momento los dos sujetos de una vez se le acercaron y lo atacaron.
“No se acercaron para asaltarlo, no le mostraron ningún cuchillo. Se abalanzaron al muchacho, le estaban pegue y pegue, cuando (Manfred) logra zafarse le meten el pie y él cae.
“En ese momento le caen los dos chicos y le dan con el cuchillo, le dieron la estocada en el corazón, todo fue muy rápido. La chica (la tercera acusada) estaba al frente y le mete la mano en el pantalón, pero el muchacho (Manfred) se movió y se levantó y corrió para donde estábamos nosotros”, detalló.
Sandoval recordó, además, las palabras que le dijo Manfred tras el violento ataque.
“¿Vio? Me apuñalaron y me dieron en el corazón. Lléveme al hospital, por favor, ayúdeme”, estas fueron las últimas palabras que dijo en medio de su dolor.
Al escuchar eso, doña Florencia lloraba y apretaba la mano de su esposo, Jairo Barberena.
Mientras la madre trataba de soportar el dolor, la testigo siguió dando detalles de lo ocurrido, manifestó que fue ella quien apretó el botón de pánico para que las autoridades llegaran.
Además, le decía a Manfred que ya habían llamado la ambulancia.
“Le comencé a hablar para que él no se durmiera, se puso frío, le dije: ‘No te duermas, no te duermas’. Le decía: ‘Mírame, mírame ya viene la ambulancia’, luego él levantó la cabeza y vio la ambulancia, él se fue vivo en la ambulancia”, manifestó la testigo.
Tras ese ataque asegura que se quebrantó por todo lo que vio.
Tenedor como posible arma en juicio
Uno de los dos hombres acusados de matar al joven Manfred Barberena Novoa le encontraron un tenedor de plástico en uno de sus bolsillos. Por más sencillo que parezca, este tenedor puede convertirse en un arma para atacar a alguna persona durante el juicio.
Esta situación obligó a la suspensión del debate por unos minutos para que los acusados de apellidos Chacón Parajeles y Díaz Mejía, alias Chino fueran revisados.
Una agente de Cárceles del OIJ fue quien alertó a los jueces.
“Le encontraron un implemento de comida y, como sabemos que esto se puede convertir en un arma, entonces se van a bajar para hacerles una revisión en celdas y se volverían a subir (se refiere a llevarlos de nuevo a la sala de juicio) por un tema de seguridad”, expresó la funcionaria judicial.
De seguido, el juez Ricardo Barahona Montero le respondió que cómo era posible que esto ocurriera, por lo que otro agente de cárceles respondió.
“No sabemos, se nos pasó, son los cubiertos plásticos, los logramos ubicar y no sabemos cómo se pasó, necesitamos hacerles una revisión”, manifestó otro agente judicial.
Esta situación sucedió durante la declaración del segundo testigo presencial del atroz ataque que sufrió Manfred. El testigo es de apellido Duque.
Justamente, Duque y la mujer de apellido Sandoval no querían declarar y tener contacto visual con los acusados, pues afirmaron tener miedo pues los acusados son señalados como personas peligrosas.