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Para doña Rosmery Cordero este lunes fue uno de los días más duros de su vida, ya que junto a familiares y gente cercana a su hija Karolay Serrano Cordero tuvo que prepararse para despedir.
Los restos de Karolay, de 25 años y quien fue asesinada, son velados desde este lunes a la 1 p. m., en la funeraria Valle de Paz en Heredia y se mantendrá hasta este martes a las 7 a. m.
Los restos de Karolay serán incinerados y se colocarán en una urna biodegradable en la que se pondrá una semilla, pues la idea es que crezca un hermoso árbol en el camposanto La Piedad, en Heredia. A este le colocarán una placa con el nombre de la joven.
Doña Rosmery ha vivido momentos de mucho dolor y tensión a raíz del crimen de su hija. Su ruta de sufrimiento comenzó el 12 de agosto del año pasado cuando desapareció Karolay y aumentó al recibir información por medio de una red social en la que le contaban qué le había ocurrido a su hija.
La angustia creció cuando aparecieron unos restos en Barva de Heredia en febrero de este año y se consolidó tras una prueba de ADN en la que se logró confirmar, hace una semana, que correspondían a su hija, quien fue asesinada y enterrada.
“No pude entrar a reconocer los restos, yo ya no tengo fuerzas para eso y no lo soportaría. Mi esposo entró para cumplir con eso. Llegar a este día ha sido muy doloroso, pero también es cerrar un ciclo al saber qué pasó con Karolay. Mi hija era una buena muchacha, una buena madre, todos la amábamos. Nosotros las mujeres esperamos un príncipe azul, no un asesino que nos mate”, dijo Cordero.
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Durante la vela, la pequeña Amandita de tres años, hija de Karolay, se despidió de su mamita junto a su abuelita y otros familiares. La pequeña dice que su mamá es una estrellita preciosa que está en el cielo.
“He tratado de estar tranquila, y pensar en mi hija, en lo especial que era, pero me duele mucho todo lo que me le hicieron y lo que sufrió porque ella no se merecía nada de lo que vivió”, dijo.
Está mamá, quien dejó su trabajo y ahora está dedicada a cuidar a su nietita y aseguró que su lucha será que los sospechosos del crimen paguen con cárcel.
“Yo quiero justicia por la muerte de mi Karolay y por la de todas las muchachas que han muerto, no nos vamos a cansar, queremos que les den la pena máxima”, dijo Cordero.
Doña Mery, como le dicen de cariño, asegura que se siente muy angustiada por el caso de Allison Bonilla la joven que está desaparecida en Ujarrás, tanto así que este fin de semana participó en la búsqueda. Además, en página de Facebook: Buscamos a Karolay no deja de pedir ayuda para que Allison y su mamá se vuelvan a encontrar.
Don Alberto Flores llegó a la vela de Karolay a pesar de que la conocía tan solo por lo que leyó en las noticias, pero quiso demostrar su solidaridad a la familia.
“Con esto del coronavirus uno anda preocupado, pero me acerqué y le pude dar el pésame a un familiar de ella, porque he seguido lo que a ella le pasó y me duele como papá y abuelo que a una muchacha tan jovencita le haya tocado sufrir así. Tengo una sobrina que fue víctima de violencia (doméstica) y logró salir, pero eso no pasa siempre. Cuando vi a la hija de Karolay se me partió el corazón, de verdad que espero que Dios les dé fuerzas porque para un padre nunca es fácil perder a un hijo y menos si le es arrebatado de esa forma”, dijo Flores.
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Karolay desapareció el 12 de agosto del año pasado, las investigaciones determinaron que un hombre con quien tenía una relación la mandó a matar para evitar que la mujer con la que vivía se diera cuenta de su infidelidad. Para matarla contrató a unos sicarios.
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En las faldas del volcán Barva encontraron ropa de Karolay y sus tenis, así como varios restos, ella fue llevada bajo engaños hasta ese lugar donde la asesinaron. El novio, de apellido Cubillo, así como su cómplice de apellido Soto y un hombre de 18 años que era menor de edad al momento del crimen, actualmente cumplen prisión preventiva.
