Doña Yessenia Garro, mamá de Kahel Ramos, dijo después de oír la sentencia en la que absolvieron a su hijo que Dios escuchó sus súplicas.
“Esto ha sido muy duro porque mi hijo actuó para defender a su hermano sin esperar que el otro muchacho muriera. Han sido momentos de muchas angustia, para mí era doloroso escuchar a Kahel llorar por lo que estaba viviendo en la cárcel y durante tantos meses. Saber lo que estaba pasando me robó la paz durante todo este tiempo”, dijo.
La mamá del joven aseguró que los días del juicio fueron muy duros pues, aunque sabían que Kahel no quería acabar con la vida de José Alexander Ortiz, como familia les dolía enfrentar una situación así.
“Fueron ocho meses tormentosos. Para una madre es muy difícil que su hijo esté en la cárcel, muy duro; él sabía que yo sufría mucho por estar separados porque él es un hijo maravilloso. Incluso me decía que le mandara la comida todos los días con alguien porque yo todos los días se la preparaba y yo le decía que no porque para mí ayudarlo, aunque fuera con eso, me hacía sentir útil”, dijo.
Asegura que ahorita solo quiere cuidar a su hijo, retomar sus vidas y pedirle a Dios dirección para el futuro.
“Nada de esto ha sido fácil, pero Kahel más bien lo que siempre me dice es que cuide a su hermano Marco. En estos meses creo que él se ha preocupado más por su hermano que por él mismo, sus llamadas desde la cárcel siempre fueron para insistirme que cuidara a Marco”, dijo la mamá.
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La señora asegura que su hijo teme que ahora que queda libre tomen represalias contra él o alguno de sus amigos. Incluso a la familia le gustaría alejarse de la zona donde viven, en Alajuela, para volver a empezar.
Fainier Garro, abuelita de Kahel, dijo que ella le había pedido mucho a Dios paz para ambas familias.
“Estamos agradecidos con Dios que nos escuchó y ha cuidado de mi nieto y ahora él recuperó su libertad”, dijo la abuelita.