Moviendo la cabeza en señal de negación, llorando y agarrada de la mano de su esposo, así fue como Elki Cedeño escuchó la sentencia por el homicidio de su hija Brithany Cerdas Cedeño.

Brithany, de 17 años, tenía siete meses de embarazo (su hija se iba a llamar Keyshanny Valentina), cuando su novio, Mauricio Ugalde Guadamuz, la engañó diciéndole que le daría una plata para que se ayudara con sus gastos.

De este modo consiguió que la joven saliera de la casa y se la llevó hasta calle Tornillal, en San Jerónimo de Moravia, donde fue asesinada y quemada.

Alfredo Arias, Franz Paniagua y Rosaura García, jueces de los Tribunales de Goicoechea, le impusieron a Ugalde 38 años de cárcel, 32 años por el homicidio y seis años por el aborto. La Fiscalía había pedido 45 años: 35 por el homicidio y 10 años por el aborto.

Elki no había dormido nada desde el pasado viernes 29 de enero, esperando que llegara este lunes 1º de febrero para escuchar la sentencia.

El juez Alfredo Arias dijo que fue un acto atroz, que era el novio de la víctima y conocía a la familia, razones por las cuales no merecía una pena mínima; sin embargo, no le dieron la pena máxima porque Ugalde no tenía antecedentes, es joven y viene de una familia disfuncional.

Mientras el juez daba estas explicaciones, Elki lloraba en silencio y se limpiaba el rostro. El acusado solo veía hacia el suelo, su cara se la tapaba con la mascarilla.

Esta mamá, junto a su pareja, Cristhian Flores, esperaron a que Ugalde lo sacaran esposado de la sala, no le dijeron ninguna palabra y luego se fueron hacia la entrada principal de las salas de juicio, en donde Elki nuevamente se puso a llorar mientras abrazaba a su esposo.

Ella aseguró que su exyerno no merecía ninguna piedad.

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“No estoy de acuerdo (con la condena), siento que deberían ser las penas máximas. Mi hija valía y mi nieta también, como para que le den solo seis años (por la muerte de la bebé). No solo yo estoy pasando por esto (la pérdida de una hija), somos más madres así y siento que debería haber más justicia”, dijo esta valiente mujer.

Esta mamá recordó que el viernes 29 de enero, su exyerno lloró, pidió la palabra y dijo estar arrepentido, también mencionó que su papá depende económicamente de él, palabras que, según ella, le valieron para no recibir más años de cárcel.

“Eso que dice que él también tiene familia, yo también la tengo. También sufrí y él no tuvo misericordia de mí ni de mi familia, y ahora sí la tienen por él”, dijo esta mamá al referirse a los jueces que impusieron la pena.

Desean apelar juicio

Flores, esposo de Elki y padrastro de Brithany, también estaba consternado, recordó que el 2 de setiembre del año pasado, las autoridades condenaron a una mujer de apellidos Brenes Rodríguez a 36 años de cárcel por este mismo delito.

“No estamos de acuerdo, no puede ser posible que un Tribunal resuelva con treinta y ocho años a un coautor, porque él fue quien planificó todo, y a la otra coautora (Brenes Rodríguez) la condenaran con treinta y seis años, o sea, a él solo dos años más”, manifestó.

Reprochó que la pena no fuera la máxima, cuando afirma que Ugalde planificó todo, al comprar gasolina y al llevarse a Brithany de la casa.

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“Por Tribunales como este es que Costa Rica está viviendo tantos femicidios, porque aunque se cometa un delito tan atroz, los jueces le toman en cuenta al acusado que se siente mal y le dan un beneficio de lástima. Creo que la pena tenía que ser la máxima para él, porque causó un daño, sacó a una bebé de un vientre, le dio muerte a dos inocentes. Le pedimos más seriedad a la justicia”, dijo Flores.

Concluyó diciendo que necesitan apoyo para apelar la sentencia.

“Para así lograr que él (Mauricio Ugalde) sea condenado como debe de ser, sin lástima ni misericordia, así como él no la tuvo para acabar con la vida de Brithany y de la bebé”, explicó.