Xinia Moya vive en medio de la angustia y la desesperación que le causa no saber nada su hija Helen Alpízar desde abril del 2019 y todo empeora cuando pregunta por ella y le dicen que no la busque porque está muerta.
Esta madre dice que no quiere morir sin saber qué pasó con su hija de 30 años y por eso no para de buscarla.
Helen tiene dos hijos, uno de 11 años y otro de 12.
La Teja solicitó información del caso al OIJ, que respondió que las preguntas estaban en trámite.
Esta es la conversación con la mamá de Helen.
–¿Qué fue lo que ocurrió con su hija?
–Primero le voy a contar que mi hija ha sido rebelde toda la vida, desde que tenía 13 años. Un día me dijo que ya no quería estar conmigo, que se iba, entonces yo le dije: ‘está bien, si no va estar conmigo yo la llevo al PANI, no la voy a dejar que agarre la calle solo porque sí'.
Y así fue, la llevé al Patronato y la metieron en un albergue, pero fue peor, se escapaba y aprendió muchas cosas malas. Cuando alcanzó la mayoría de edad se juntó y quedó embarazada; ella muy trabajadora, vendía colitas, limpiones y tejía. Era luchona, pero se dejó de ese hombre y cayó en la prostitución.
-¿Que ocurrió después?
-Ella vivía en Alajuelita, conoció a un hombre que estaba preso. Lo ayudó para que lo dejaran salir con beneficio y en la primera que pudo, él le vació la casa. Yo vivía en Guácimo y entonces ella se vino para acá. Yo le pagaba un apartamento y rápido me di cuenta de que salía en las noches a seguir en las mismas, pero es mi hija y la amo apesar de todo. Ella se juntó con un hombre que le pegaba y la amarraba, la tenía amenazada.
-¿Su hija le pidió ayuda en algún momento?
Sí, un día nos vimos en Guácimo (2017 o 2018) porque yo tenía una cita. Fuera lo que fuera mi hija ella siempre buscaba cómo verme o llamarme para saber que yo estaba bien. Ese día que la vi me dijo: ‘mami, este hombre me va matar’ y yo le dije ‘vamos a comprar algo de comer’ y en ese momento le dije ‘Helen, tome esta plata y se sube en el primer bus a San José y cuando esté allá me llama’.
Lo que ninguna de las dos pensó fue que ese hombre la vio y la bajó del bus del pelo y me dijo ‘¿usted cree que me la va a hacer?, primero la mato’. Y se la llevó.
-¿No denunciaron esa situación?
No, mi hija le tenía miedo, él no era una persona buena, está preso por narcomenudeo. Después de eso se la llevó a una finca por dos meses, mi hija me contó que la tuvo amarrada y así la dejaba horas, la golpeaba y la abusaba. La embarazó y entre él y una mujer la agarraron a patadas y perdió al bebé, cuando salió del hospital la agarró del pelo y la llevó a una casa desocupada donde la tenía amarrada, pero a los cinco días las autoridades lo detuvieron por lo de las drogas.
-¿En algún momento le dijo a su hija que cambiara su vida?
Muchas, ella sabía que contaba conmigo y con su hermana, pero cuando nos dabamos cuenta de las cosas ya habían ocurrido.
–¿Cuando la vio por última vez?
En abril del 2019 murió mi papá, yo vivía con él y después de enterrarlo me la topé y le dije ‘Helen, por Dios, ¿cómo está?, vengo de enterrar a su abuelo’ y ella me dijo ‘mami, yo iba para donde usted’.
A la semana me llamó para decirme que estaba viviendo por el Liceo de Guácimo, me dijo exactamente dónde. Después de eso recibí una llamada de ella, en diciembre del 2019, y nunca más.
Ella andaba con miedo porque el hombre preso le mandaba decir con la mamá de él que la iba a matar.
–¿Los hijos estaban con ella?
-No la niña siempre ha estado conmigo; el varón, que es el mayor, lo tuvo ella un tiempo, pero mi otra hija después se hizo cargo y hasta la fecha vive con ella.
–¿Qué sospecha usted que pasó con su hija?
(Guarda silencio y llora)
Yo tengo mucho miedo, sospecho que algo malo me le hicieron, pero quiero pensar que está viva. Lo más extraño es que siempre buscaba cómo comunicarse conmigo, nunca pasaron más de dos meses sin llamarme o buscarme.
Decidí poner la denuncia cuando ya no supimos de ella, lo que más nos extraña es por qué la gente donde alquilaba no denunció la desaparición, ¿dónde están todas sus cosas?, hasta la fecha no sé.
–¿La ha salido a buscar?
Muchas veces, en Guácimo la gente me dice que para qué la busco si la mataron, pero nadie me da una explicación.
–¿Alguien la ha contactado para darle alguna pista?
–A mí no, a mi hija una mujer le dijo por Facebook que la chusma andaba diciendo que la mataron.
–¿Se ha soñado con su hija?
Muchas veces sueño que entra aquí a la sala de mi casa, en Coronado. Aquí tenemos ese muñeco (enseña la figura de un hombre flaco, morenito) y cada vez que me sueño, ese muñeco, que está sobre un mueble, aparece en la puerta de la cocina. Yo me pregunto si será que me está queriendo decir algo.
–¿Qué le ha dicho en el OIJ?
–Nada, yo les he dicho todo, mis miedos, las amenazas que vivió, pero yo no veo que haga nada.
–¿Qué le dice a la gente que puede saber algo?
Que se toque el corazón, que me ayuden a encontrar a mi hija o saber qué le pasó. No importa quién era ella para el mundo, es mi hija, es una muchacha especial y quiero tenerla en la casa.
Tengo miedo de que me la mataran o de que la estén explotando sexualmente y no saber nada, no puedo decirle cómo es mi vida con esta angustia.