Al enterarse de la trágica muerte de Eva Morera a manos de su expareja, Evelyn Sánchez no dudo en ir a buscar a la mamá de la joven para darle un fuerte abrazo, pues ella mejor que nadie sabe el sufrimiento por el que está pasando.

Sánchez sintió ese mismo dolor el 24 de diciembre del 2017, cuando su hija Aimara Rubides Sánchez fue asesinada por el esposo. El crimen ocurrió en San Pablo de Barva, en Heredia.

“Apenas me di cuenta de lo que pasó con Eva (el pasado 1 de noviembre) pensé en mi muñeca y en todo lo que pasó y decidí contactar a la familia para ver si podía ir a la vela”, contó.

Apenas llegó a la casa de la familia de Eva, en el centro de Barva, Evelyn se fue a buscar a la mamá de la joven para decirle que ella también se encontraba con el corazón hecho pedazos.

“Le dije que yo sí sabía lo que ella sentía y que fui para darle un abrazo. Fue un momento muy especial, a mí me ha costado mucho llorar con lo que le pasó a mi hija, pero con ese abrazo se me salieron las lágrimas, por sentir el dolor de ella, el mismo que yo siento”, contó Sánchez.

Luego de ese abrazo tan especial Evelyn le dijo a la señora que siempre iba a estar ahí para lo que ella y su familia necesiten, también le comentó que deben agarrarse con mucha fuerza a la esperanza de que Dios las reunirá de nuevo con Eva y Aimara.

Acompañada

El apoyo de Sánchez no terminó el día de la vela, pues ella y su familia decidieron asistir al funeral de Eva que se llevó a cabo la tarde de este domingo en la parroquia San Bartolomé Apóstol de Barva.

“Este domingo era la prueba de fuego para ella como mamá, porque ayer (sábado) aún tenía el cuerpo de Eva en la casa, pero lo verdaderamente duro es cuando la entierran, ahí uno se da cuenta de que todo es verdad”, contó Evelyn.

Sánchez dijo que el último adiós para Eva fue muy difícil para todos, especialmente cuando escucharon que la mamá de ella decía “Eva, te amo, te amo hija”.

Casualmente, Eva fue enterrada a unas cuatro tumbas de donde se encuentran los restos de Aimara, para Evelyn esto tiene un significado muy especial, pues ahora se acompañarán esperando que llegue el anhelado reencuentro con sus seres queridos.

“Ahora viene lo más duro con la llegada de diciembre, pero yo le decía que aún le queda su nieto, que tiene que tomar fuerzas por él, es un privilegio que ella pueda cuidarlo y demostrarle el amor que Eva sentía por él”, dijo Sánchez.

Una semilla

Con mucho dolor, pero con una voz que inspiraba paz fue como don Óscar Morera Herrera le dio el último adiós a su amada hija, Eva.

“Más allá del dolor quiero celebrar la vida, el amor, este amor tan puro, quiero celebrar que pese a que fue víctima de una situación así, ella siempre tuvo un corazón abierto para apoyar y ayudar a otras personas”, dijo el dolido padre.

Morera fue claro al decir que los hombres son los responsables por casos como el de su hija, por lo que hicieron y por lo que no han hecho.

“Normalizamos circunstancias que lo que proyectan es un amor enfermo y para el cual la única cura es la ternura”, expresó.

Morera destacó que su hija buscaba lo bueno en medio de todo lo malo, era una guerrera de las causas perdidas, pero aseguró que la mujer no es la redentora ni la salvadora del hombre, pues es el mismo hombre el que tiene que cambiar para salvarse.

El señor finalizó haciendo una petición muy especial de cómo quiere que sea recordada su “princesa rebelde” como el mismo le llamó.

“El tributo más grande que se le puede dar a Eva es verla como una semilla que puede dar muchos frutos en el corazón de cada uno de ustedes, para que con nuestros pequeños actos de bondad cambiemos esta sociedad”.

Mucho amor

Decenas de personas llegaron a la iglesia para darle el último adiós a Eva, fue tanta la gente que muchos tuvieron que quedarse por fuera y escuchar de pie la homilía del sacerdote.

Durante la misa destacó la presencia de muchísimos jóvenes, amigos y compañeros de universidad de Eva.

Varios llegaron vestidos con camisas blancas que tenían en la parte de adelante la foto de Eva y el mensaje “Ni una menos”. También llevaron globos de colores.

“El cariño y el aprecio hacia ella y su familia quedó demostrado en la cantidad de personas que vinieron a este funeral”, dijo don Carlos Manuel Alvarez, amigo de la familia.

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Alvarez contó que conocía a Eva desde que era una chiquita y destacó que ella siempre se caracterizó por ser una joven muy dulce y buena, que venía de una familia muy respetada y conocida en todo Barva.

"Lo que más le duele a uno es que con una edad tan corta haya tenido que sufrir una muerte de esta clase. Es un golpe muy duro para todos, no es solo la familia de ella, es la comunidad en sí la que sufre lo que le pasó a Eva y lo que le está pasando a Costa Rica”, añadió.