El costarricense Frank Alfaro Murillo y el colombiano Eduard Bedoya Llanos fueron asesinados cruelmente. El primero tenía un balazo en la cabeza y heridas de cuchillo, mientras que el segundo fue decapitado y estaba envuelto en plástico, su cabeza estaba en un maletín.
Sus cuerpos fueron encontrados dentro de una microbús en La Sabana, la madrugada del miércoles 13 de diciembre del 2017.
A partir de ese momento las autoridades empezaron a sospechar que el nicaragüense Erwin Guido Toruño, alias “El Gringo", fue quien habría mandado a matar a Alfaro y a Bedoya.
Además, luego detuvieron a 12 personas sospechosas de estos dos asesinatos. Los identificaron con los apellidos Díaz, Valencia, Ávalos, Alvarado, Quirós, Pérez, Campos, Díaz, Salazar, Rodríguez, Jiménez y Martínez.
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Mientras se daban esas detenciones, comenzó una cacería contra El Gringo, tanto de las autoridades como de otros líderes narcos. Esta persecución terminó con el homicidio de Guido Toruño, su cuerpo apareció con signos de tortura el viernes 15 de diciembre del 2017, pasada la medianoche.
Ahora, a pesar de que El Gringo está muerto, los integrantes de su banda deberán enfrentar un juicio acusados por las muertes de Alfaro y Bedoya. El debate iniciará este lunes 2 de marzo y se prevé que termine hasta el próximo 3 de abril.
“Supuestamente ellos pertenecieron a un grupo criminal liderado por un hombre de apellido Guido, conocido como “El Gringo” (fallecido). Organización que, en apariencia, se dedicó a hechos delictivos relacionados al narcotráfico, privaciones de libertad, homicidios y otros”, explicó la oficina de prensa de la Corte de Justicia en un comunicado de prensa.
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Autoridades alajuelenses llevan caso
Este juicio está a cargo de los jueces del Tribunal Penal de Alajuela; sin embargo, se llevará a cabo en las salas de juicio de Goicoechea.
Los jueces de Alajuela son quienes llevan este caso debido a que en el transcurso de la investigación determinaron que los imputados alquilaron una casa en el cruce de San Rafael de Alajuela, donde Alfaro y Bedoya al parecer fueron llevados, allí los habrían amarrado de pies y manos y los habrían agredido con armas cortantes.
Supuestamente, luego de quitarles la vida los metieron en bolsas y llevaron los cuerpos en un carro hasta Pavas. Luego la policía los sorprendió en La Sabana, cuando pretendían salir al cruce de la ruta 27 que lleva de San José a Caldera, en apariencia para desaparecer los cadáveres.