Un día después de su cumpleaños, Leslie Calderón Machado le prometió a su abuelita que la llamaría de nuevo para conversar con ella y con su pequeño hijo, a quien la señora estaba cuidando; sin embargo, los días fueron pasando y esa llamada nunca llegó.
Al no saber nada de ella, su abuelita y su hijo, quienes viven en Nicaragua, empezaron a angustiarse, pues en sus corazones presentían que algo malo le había pasado, lamentablemente ese presentimiento se hizo realidad, pues hace poco se enteraron que la joven de 21 años apareció sin vida y con una bolsa en la cabeza en San Rafael de Alajuela.
Xinia Machado, tía de Leslie, conversó con a La Teja desde Nicaragua y explicó que en su familia siempre mantuvieron la esperanza de que la joven estuviera bien, pero en el fondo su mamá y el menor sabían que algo le había ocurrido.
“La última llamada que Leslie tuvo con mi mamá y con mi hermana fue el 3 de marzo, un día después de su cumpleaños, ese mismo día desapareció. Ella quedó de llamar a mi mamá para hablar con el niño y ya no lo hizo. Mi mamá nos dijo que ella se sentía de duelo y nosotros le dijimos que no dijera eso, pero ella lo presentía y el niño también, porque en esa última semana de abril el niño pasaba llorando a diario y pedía a su mamá, era duro verlo cómo lloraba por ella”, contó Machado.
“A ella la conocían como la ‘Xinita’, porque era chinita de sus ojos”.
— Xinia Machado, tía de Leslie
El cuerpo de la muchacha, el cual en apariencia estaba maniatado y con una bolsa plástica en la cabeza, fue encontrado la tarde del pasado domingo 5 de mayo a la orilla de un río en San Rafael de Alajuela. El hallazgo lo hizo un hombre que estaba limpiando un lote 200 metros antes de la antigua estación del tren.
De momento, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no ha revelado la causa de muerte de la joven. En cuanto a su desaparición, la Policía Judicial dio a conocer que Leslie fue vista por última vez el 2 de marzo, pero la denuncia fue presentada hasta el 7 de mayo pasado.
Un futuro mejor
La tía de Calderón contó que su sobrina dejó su natal pueblo de Chichigalpa, en el departamento de Chinandega, en agosto del año pasado, pues tenía como meta buscar un futuro mejor para ella y su familia, especialmente para su hijito.
“Ella lo hizo por la situación económica, quería irse para poder ayudarle a mi mamá, quien quedó a cargo del niño. Mi hermana (mamá de la joven) le aconsejó que no se fuera, porque mi mamá ya no aguantaba trabajar, ella pensaba ponerse un negocio y de esa manera ayudar a su niño, pero desafortunadamente nos encontramos con esta fatal noticia”, contó Machado.
“Antes de cualquier cosa estaba su hijo y nosotros, su familia, que erámos lo más importante para ella, eso siempre nos lo decía”.
— Xinia Machado, tía de Leslie.
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Según contó su tía, Leslie no tuvo una vida fácil, pero ni siquiera las adversidades lograron quitarle la sonrisa, es por eso que pese a las dificultades decidió embarcarse en ese viaje a Costa Rica esperando encontrar un trabajo que le permitiera ayudar a su familia.
“Mi sobrina siempre fue una niña muy inteligente y amada, a veces en el camino nos encontramos personas que creemos que son buenas, pero ella siempre tuvo un alma noble, siempre sonreía a pesar de todo lo malo que le hicieran, una persona que siempre estuvo para los demás sin importarle nada”, destacó Xinia.
Aunque tenía varios meses de estar viviendo en nuestro país, su tía dijo que, por lo menos ella, desconocía cómo era que la joven se estaba ganando la vida.
“Ella era muy hermética y no nos dijo, pero aquí siempre se la poníamos en las manos a Dios y le pedíamos que la cuidara”, dijo.
Perdón
Machado reveló que su hermana, la mamá de Leslie, le dijo que sin importar quién haya sido la persona que le arrebató a su hija, ella tomó la decisión de no guardarle rencor por lo que hizo.
“Mi hermana dijo que sea quien haya hecho esto lo perdonaba, porque como le digo, de la justicia divina nadie se escapa”, destacó.
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“Aún hasta la eternidad sé que seguirá siendo libre y ni matándola han podido apagar ese brillo”.
— Xinia Machado, tía de Leslie.
Según la tía, en ese aspecto Leslie se parecía mucho a su mamá, pues ella era una persona que tampoco guardaba odio en su corazón.
“Mi sobrina era alguien que perdonaba tan fácilmente y no sabía odiar a nadie, por eso es que mucha gente la quería mucho”.
Los seres queridos de la muchacha solo desean que su muerte no quede impune y que la persona responsable sea llevada ante la justicia.
“Fue fuerte en todos los aspectos y no merecía una muerte así, deja a toda una familia con un dolor profundo. Queremos que se haga justicia por su muerte, lo que nosotros no podemos hacer, pero hay un Dios de quien nadie se escapa y esa batalla se la entregamos a Él”.