En el cantón de Liberia el tema de conversación de este martes en las afueras de los tribunales, el parque y el mercado eran los 216 años que le recetaron al monstruo de Liberia, como ellos le dicen a Gerardo Ríos Mairena.
Según los liberianos están contentos por la pena que le dictaron, pero aseguran que el hombre debe pasar preso hasta el último día de su vida, pues no hay sentencia que alivie el dolor de las familias.
Doña Sara Camacho, vecina de Liberia, aseguró que Ríos debería quedarse en la cárcel hasta que salga en ataúd.
“Esa pena no es nada porque él se merece mucho años más, él lleno de dolor a esta comunidad y a las familias de los muchachos, ese hombre no sabe lo que es el amor a los demás, uno se queda asombrado de cómo puede existir tanta maldad en una sola persona”, dijo Camacho.
Mientras que en el parque central de Liberia nos encontramos a doña Ana Yancy Chaves, ella aseguró sentirse feliz por la sentencia.
“Eso que él hizo manchó a todo el pueblo liberiano porque a la gente le dio miedo y a nosotros también, nos quitó la paz, Liberia ahora es diferente hay un temor que no había antes y que este monstruo dejó”, dijo la vecina del barrio Corazón de Jesús.
“Yo no sé cómo puede haber un ser humano con un sentimiento tan vil, que hubiera pasado si esto se lo hace a la familia de él, fue impresionante ver a la muchacha que se desmayó el primer día cuando lo vio, ¡qué miedo!, pero bueno ya está preso pagando por lo que hizo”, dijo Chaves.
Doña Ana Yancy asegura que a ella lo que más le duele es que probablemente Joseph Briones, de 22 años; Stephanie Hernández, de 23; Dayanna Martínez, Ariel Vargas e Ingrid Massiel Méndez, los tres de 24 años pasaban apretados de plata para pagar el apartamento donde vivían un lugar que para ellos era seguro.
“Este hombre los atacó cuando ellos no le estaban haciendo daño a nadie, ¡qué dolor más grande!”, dijo la liberiana.
La maestra Mariana Cabezas aseguró que ella está contenta como liberiana porque se hizo justicia.
“Ese dolor que tienen esas mamás no se sana, ahora tienen la tranquilidad de verlo preso, pero jamas les devolverá la paz, si le duele a uno, ahora a ellas, la verdad no importa la cantidad de años que le dieron porque ya les arruinó la vida, esas familias ya no van a disfrutar nunca más del Día de la Madre, el Padre o la Navidad”, dijo la educadora, quien estaba en el parque con su hijito Elías Castro.
Por su parte, doña Ivette Castañeda, vecina del barrio Capulín, asegura que la pena para Ríos es justa y ella espera que la cumpla completita.
“Esto cambió a nuestro amado Liberia, nos dejó un ambiente de desconfianza ahora uno siempre está con la puerta de la casa cerrada, porque piensa en lo que pasó y no quiere que se repita”, dijo Ivette.
Los liberianos aseguran que ellos solo esperan que las familias puedan vivir tranquilas ante lo ocurrido