Carlitos Cerdas Pérez, de 28 años, y su familia recibieron mucho amor y el abrazo solidario que tanto necesitaban.
Los lectores de La Teja se apuntaron y con la ayuda que le dieron se logró que la Fundación RN, de Pérez Zeledón, le llevara pañales, Ensure, medicamentos y mucha alimentación.
Carlitos perdió la mitad del cerebro en un accidente de tránsito hace ocho años y desde entonces se encuentra en estado vegetativo; su mamá, doña Marlene Pérez, nos contó que no ha tenido mejoría.
La vida de esta humilde familia de La Katira de Guatuso, en Alajuela, cambió cuando Carlos manejaba una moto y un carro lo embistió y lo arrastró 150 metros. El conductor del auto iba tomado.
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A doña Marlene le dijeron que su hijo iba a sobrevivir apenas unos días, pero Carlos dio la batalla.
La situación para la famila se puso cuesta arriba y no es para menos, doña Marlene tiene que estar las 24 horas al lado de su hijo y debió dejar de trabajar.
Además, Carlitos come por medio de una sonda y la alimentación es bastante cara.
Glenda Calderón, presidenta de la Fundación RN, nos informó que el jueves pasado viajaron 14 horas (ida y vuelta) para apoyar a la familia y entregarle la alimentación que les dará mucha paz durante un buen rato.
“La familia recibió ochenta mil colones en carnes, veinte mil en verduras, se le compraron en un supermercado 170 mil en pañales, suplemento, alcohol, guantes, Gerber, jugos, toallitas húmedas, y varias cosas más.
“Además se le dieron 33 mil colones en dos cremas para los ojitos que eran muy necesarias y esparadrapo, casi 130 mil en pastas, granos y otros alimentos. Se hizo un gran surtido y se le pudo llevar a la hermanita unos jugos y galletas, la señora estaba muy feliz, Carlitos estaba ahí, acostadito, y también estaba una sobrina que apoya a la muchacha, ellos estaban muy agradecidos”, nos contó Glenda.
Doña Marlene padece fibromialgia y escoliosis, pero está haciendo un curso de panadería y repostería para ver si desde su casita puede conseguir un ingreso extra pero no cuenta con nada para preparar los productos, tiene nada más una olla arrocera y una plantilla. También le hacen falta muebles.
Mucho amor
“La señora tiene a su hijo muy bien cuidado, se ve el amor en cómo lo atiende. Viven en una casa humilde, pero de verdad que todo gira en el bienestar del muchacho, ella es una persona muy luchadora y no tenía palabras para expresar lo feliz que se sentía. Ojalá alguna persona le pueda ayudar con esas cositas que les faltan”, añadió Glenda.
Doña Marlene aseguró sentirse demasiado agradecida porque todas las cositas que necesitaban se las llevaron, entre estas una cama especial, que a su hijo le urgía.
“De corazón, muchas gracias a todos”, dijo la valiente mamá.
Si usted desea colaborar con la fundación puede contactarse al 6230-7471.