La última noche de vida de la doctora María Luisa Cedeño Quesada tuvo que haber sido de terror, porque hubo tormenta eléctrica y además le desconectaron la electricidad en el hotel La Mansión Inn, en Manuel Antonio, Quepos.
Estos detalles los dio la testigo Ariel Susanna Rojas en el juicio que se lleva en la sala 4 del Tribunal Penal de Goicoechea, por el atroz homicidio de la doctora.
Ariel es la testigo número 17 que recibe este debate.
La testigo fue huésped del hotel esa noche junto con su pareja, estuvieron en la habitación 10, desde el sábado 18 de julio del 2020 y salieron el lunes 20 de julio de ese mismo año, antes del mediodía.
La noche del domingo fue inquietante para Ariel, pues le avisaron por WhatsApp que su abuelito materno estaba internado en el hospital de San Vito de Coto Brus. Su pareja, de nombre Vanessa, le fue a comprar un té de tilo para tranquilizarla.
“Después de que ella llegó con el té había tormenta eléctrica, estaba lloviendo mucho en la noche”, manifestó la joven.
Ariel intentó dormirse, pero a la 1:15 de la madrugada del lunes 20 de julio, Vanessa la despertó para decirle que les habían desconectado la electricidad.
“Vanessa me despertó, vi el celular y vi que era esa hora porque estábamos sin electricidad y el aire acondicionado no funcionaba”, manifestó la testigo.
Ariel agregó que Vanessa le dijo que ella escuchó en el pasillo cuando alguien bajaba el breaker y dejó de funcionar la electricidad.
“Encendí cada uno de los apagadores y ninguno funcionaba”, manifestó la joven.
Al verse sin electricidad, ellas llamaron a la recepción del hotel y les contestó un hombre, minutos después este llegó a la habitación.
“Tocó la puerta y dijo que era de la recepción, entró y se quedó en frente de la cama, yo estaba sentada en la cama. Solo se quedaba mirando las puertas de vidrio (traseras y corredizas) y dijo que parecía que todo estaba bien. Me pareció curioso que no revisara los apagadores o algo”, manifestó la testigo.
Agregó que las luces del pasillo sí funcionaban y además ellas tenían las linternas de los celulares encendidos.
“No lo había observado antes (al muchacho), era alto, corpulento, blanco y utilizaba una colita”, así describió al muchacho que llegó.
Este mismo hombre no estuvo mucho tiempo en la habitación y al salir al pasillo solo les dijo que iba a ir al piso de abajo donde dijo que tenían una planta de registro general.
“Nos quedamos en la habitación esperando que él nos avisara, con las puertas cerradas y con los seguros puestos, esperamos unos 15 minutos, como a los 10 minutos se restableció la electricidad en la habitación”, manifestó.
La testigo aseguró que no pudo dormir porque se sentía insegura.
Mencionó que no escuchó música ni ruidos extraños esa madrugada, solo recordó que su pareja sí vio a un hombre extraño cerca de la habitación de ellas que le ofreció ayuda, pero volvieron a entrar a la habitación y pusieron los seguros.
María Luisa Cedeño fue hallada sin vida el 20 de julio del 2020, en la habitación 3 del hotel.