Sucesos

La astucia de una niña y de un tráfico evitaron una tragedia en la ruta 27

Pequeña de 10 años llamó al 9-1-1 porque su papá se descompensó mientras manejaba

EscucharEscuchar

La astucia de una niña de 10 años y de un oficial de Tránsito fueron claves para evitar una tragedia en la ruta 27 (San José - Caldera).

La heroica acción ocurrió este jueves 24 de junio, pasadas las 6:30 p.m.

A esa hora entró una llamada de la pequeña al 9-1-1, diciendo que viajaba junto a su papá en carro y él se había descompensado. En apariencia se le bajó el azúcar y seguía al volante, pero sin rumbo.

La menor agregó que viven en Brasil de Mora, pero que el papá no entró a la salida que lleva a Ciudad Colón, sino que siguió hacia Atenas, y que incluso iban contra vía.

Zona peligrosa

El oficial de Tránsito Mario Vargas estaba en servicio, en ese momento pretendía comerse algo porque durante el día había estado trabajado, pero en eso llegó la alerta.

“De la central de radio me llamaron y me explicaron lo que pasaba. Incluso, la niña trataba de dar una ubicación al ver rótulos que decían ‘Atenas - seis kilómetros’, ‘Orotina - 26 kilómetros’. También vio el rótulo de Repuestos Gigantes que está bajando Turrúcares, sentí que lo que estaba pasando era muy alarmante.

“Ellos iban a pasar por una zona que es muy peligrosa, conocida como el kilómetro treinta y uno. Ahí queda Río Grande de Atenas, es en una curva y han ocurrido muchos vuelcos, choques y fallecidos. Cada vez que llueve hay accidentes gravísimos, ese lugar lo consideramos como el punto negro”, recordó el oficial.

Vargas iba en moto y justo en esta zona, que consideran tan peligrosa, se topó con el carro, que iba en contra vía.

Él tuvo que capearse al vehículo y la chiquita al verlo sacó la cabeza por la ventana y comenzó a gritar: “Auxilio, policía, auxilio, mi papá va enfermo”.

El tráfico atravesó la moto para evitar que los carros avanzaran. Foto: Alejandra Portuguez

El uniformado en ese momento puso las luces y sirenas y le gritó al conductor, de apellido Zamora, de 52 años, para que se detuviera, pero no lo hacía. La chiquita también le gritaba para que se detuviera, mientras abrazaba con fuerza a un perro chihuahua.

El conductor nunca respondió al llamado, por lo que el tráfico se adelantó un buen tramo, atravesó la moto para detener a los carros y luego corrió hasta ese vehículo para de alguna manera frenarlo.

“Él seguía circulando, iba despacio. Traté de abrirle la puerta, pero la llevaba con seguro, le tuve que quitar el seguro por medio de la ventana trasera. Luego le abrí la puerta y de ahí jalé el freno de mano. El muchacho estaba histérico, lucía pálido, decaído y llevaba el cinturón muy ajustado. En ese momento llamé al 9-1-1 y pedí que me mandaran ambulancias”, narró.

El oficial Vargas tiene 27 años en carrera y ha visto muchos casos, pero este lo cataloga como un milagro. Foto: Alejandra Portuguez

Para el tráfico, fue un gran milagro el no toparse con ningún tráiler en esa vía.

“Él siguió veinte kilómetros de donde tenía que desviarse, no me explico cómo pasaron por Turrúcares, cómo hicieron con los peajes y cómo llegaron hasta donde lo topamos, Dios iba acompañando ese carro.

“Por ahí pasan decenas de camiones, algunos van rápido, un choque de frente y le pasaba por encima a ese carro por ser pequeño”, comentó el uniformado.

En un mandado

Luego la chiquita llamó a su tío y a su mamá para avisar que estaban bien. Ellos le habrían dicho a las autoridades que padre e hija solo salieron a hacer un mandado para comprar un refresco y otras cosas.

El carro se lo llevó un hermano del conductor y a él le dieron atención médica, le pusieron suero y el susto no pasó a más.

El papá de la niña, al reaccionar, solo preguntaba por su hija, pedía que no le hicieran nada, solo buscaba protegerla.

El oficial está destacado en la carretera que va de San José a Caldera, tiene 27 años de servicio y ha visto de todo, pero esta situación la cataloga como un milagro.

El carro se lo llevó un hermano del conductor, dijeron las autoridades. Foto: Alejandra Portuguez

El uniformado concluyó diciendo que no hubiese podido actuar sin la ayuda que llegó desde el operador de llamadas de emergencias hasta sus compañeros de la central.

“Fue un trabajo en conjunto y nos satisface saber que toda la familia esta completa”, dijo.

La esposa y mamá de los involucrados prefirió no dar detalles de lo sucedido, solo dijo que querían dejarlo como una situación familiar.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.