Un joven karateca, quien era padre de un niño de 2 años y estaba esperando la llegada de su segundo pequeño, la pulseaba a diario como “pirata” para poder darle a su familia todo lo que necesitara; sin embargo, un atroz crimen le puso fin a su vida.
El muchacho fue identificado por las autoridades como Marcos Arroyo Quesada, de 22 años, quien perdió la vida la noche de este lunes luego de ser baleado dentro del carro que manejaba, a unos 400 metros del templo católico de Alajuelita.
La muerte del joven deportista, quien hasta llegó a formar parte de la selección nacional de karate, ha causado gran dolor en sus familiares y amigos, especialmente en Kevin Morales, quien consideraba a Arroyo como su hermano.
“Yo lo conozco desde hace 15 años, entrenamos 12 años juntos artes marciales. Él era cinturón negro de kung fu y cinturón negro de karate, era una buena persona, pero por circunstancias de la vida y errores que se cometen estuvo preso”, comentó.
Según contó Morales, luego de que su amigo salió de la cárcel nadie quiso tenderle la mano, únicamente su familia fue la que intentó ayudarlo, por eso él tomó la decisión de sacar un préstamo para ayudar a Marcos. Además, le alquiló su carro para que pirateara y se pudiera ganar algunos colones.
“Tenía un hijo de aproximadamente 2 años y otro más que venía en camino, él estaba trabajando para ayudarlos”, acotó.
Aunque Arroyo cometió un error que lo llevó hasta la cárcel, Morales dijo que nunca fue una mala persona, por el contrario, siempre vivía buscando la forma de ayudar a quienes más lo necesitaran, aún cuando sacrificara lo poco que él tenía.
“El trabajó en el Sifais de La Carpio impartiendo clases de karate a los niños necesitados, para ayudarlos a salir adelante”, mencionó.
Morales dijo que no logra explicarse cómo es que su amigo terminó siendo víctima de un hecho tan atroz, cuando él no tenía problemas con nadie y únicamente la estaba pulseando para sacar a su familia adelante.
Posible error
Una de las versiones extraoficiales que han girado en torno a la muerte del karateca indica que no era el objetivo del gatillero y que todo se habría dado por un error.
Dicha versión señala que un sujeto llegó al carro de Arroyo para que le brindara un servicio, presuntamente, un gatillero se habría acercado por la ventana de Marcos para dispararle a su cliente, con la mala fortuna de que los balazos los terminó recibiendo el joven de 22 años.
De momento, el OIJ no ha confirmado esta versión, pues la investigación aún se encuentra en una fase inicial, por lo que ni siquiera han establecido un móvil para el crimen.
“Se desconoce si esta persona (Arroyo) habría estado esperando algún servicio o qué estaba haciendo en el sitio. Ciertamente tenía varios impactos de proyectil de arma de fuego en su cabeza, cara, tórax y cadera, los cuales le costaron la vida”, indicó Marisel Rodríguez, vocera del OIJ.
La Policía Judicial sigue en la búsqueda de testigos o videos que los ayuden a llegar hasta el gatillero que le puso fin a la vida y carrera del joven deportista.