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Hacerse pasar por un familiar para engañar a adultos mayores a los que le luego les robaba, le salió caro a un hombre apellidado Fernández, pues por esas fechorías pasará los próximos 3 años encerrado en una cárcel.
Esa fue la sentencia dictada por el Tribunal Penal de Pérez Zeledón luego de que el hombre se sometiera a un procedimiento abreviado, para no ir a juicio, en el que aceptó los delitos de robo simple con violencia sobre las personas, hurto simple y violación de domicilio que la Fiscalía le atribuía.
Según informó el Poder Judicial, Fernández fue condenado por tres hechos, el primero de estos ocurrió la tarde del 7 de mayo del 2019, cuando le robó a un adulto mayor apellidado Solís que se encontraba en el mercado municipal de San Isidro del General, en Pérez Zeledón, esperando un bus.
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“En apariencia, Fernández aprovechándose de la edad del agraviado y que este se encontraba solo, mediante señas realizadas con su mano lo llamó y con el fin de ganarse su confianza le hizo creer que era hijo de su sobrino”, indicaron las autoridades.
Fernández le pidió al señor que le prestara ¢2000 y cuando la víctima sacó su billetera el sinvergüenza, a la fuerza, le quitó ¢350 mil que esta tenía en su interior.
“Al ofendido se le cayó la billetera de las manos lo que aprovechó el acusado para salir corriendo del lugar”, añadió el Poder Judicial.
La segunda causa ocurrió el 2 de abril del 2021, cuando Fernández llegó a la casa de un adulto mayor, apellidado Suárez, ubicada en barrio Los Pinos de Pérez Zeledón. Una vez más el sujeto usó la misma estrategia.
“Fernández le dijo que era sobrino de su esposa, por lo que la mujer salió a ver quién era y una vez que convenció a ambos ofendidos, les solicitó que le prestaran su baño”.
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Una vez en la casa Fernández, al parecer, le pidió a la señora que le prestara ¢2.000, por lo que ella le dio el dinero, pero no contento con eso el sujeto aprovechó un descuido de la pareja para ingresar a su habitación, de donde sustrajo dinero en efectivo, tarjetas y un teléfono celular.
El último hecho se dio la noche del 23 de febrero del 2021, cuando Fernández se presentó a la casa de una señora apellidada Solano, a quien engañó con la hablada de que era su sobrino. Tras convencerla le pidió que le prestara el baño de su casa.
“Presuntamente una vez en la vivienda, el hombre le solicitó a la agraviada un vaso con agua y mientras ella se descuidó, este se apoderó ilegítimamente de un teléfono celular el cual se encontraba sobre un desayunador”.
