Baco es un pastor belga manilois, capacitado en la detección de sangre humana, que forma parte de la Unidad Canina del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
En la actualidad el peludito tiene cuatro años y es capaz de trabajar cualquier tipo de escenario, ya sea cerrados (entre paredes) o abiertos (como jardines). Este perrito participó en la búsqueda de evidencias por el homicidio de la doctora María Luisa Cedeño Quesada.
Gustavo Núñez Agüero es el instructor canino de Baco y dio otros detalles sobre la labor policial del animal dentro de la investigación del homicidio.
Por medio de fotos, Núñez afirmó que el perrito encontró rastros de sangre en el piso de la lavandería del hotel La Mansión Inn, lugar en el que mataron a la médica.
También agregó que junto al perrito registraron cuatro sitios dentro del hotel, la primera de estas fue la 21, en la que dormía uno de los acusados, el bailarín nicaragüense de apellidos Herrera Martínez.
En esta habitación encontró sangre en un maletín, también en la alfombra del baño de este cuarto.
Experiencia
Gustavo Núñez es instructor desde el 2011 y ha participado en 50 casos de detección de sangre.
Dentro de su declaración, señaló que Baco tenía un mes y medio cuando él lo escogió para que formara parte de la unidad, al verlo cómo se comportaba dentro de la camada.
A los tres meses se lo llevaron para la Unidad Canina y entró oficialmente a trabajar en mayo del 2018.
Durante los siguientes diez meses fue entrenado y en julio del 2019 Bacó realizó su primer trabajo policial.
Baco trabajó en el caso del homicidio de María Luisa Cedeño Quesada el 21 de julio del 2020, para ese entonces ya tenía dos años de experiencia operativa.
La vida útil de un perro como Baco es de siete años, porque a los ocho años se pensionan para darle calidad de vida.