El administrador de empresas Miranda Izquierdo habría preguntado cuáles evidencias encontraron en la habitación donde apareció sin vida la doctora María Luisa Cedeño Quesada, luego de que trascendiera el hallazgo del cadáver.
Esta pregunta así como la insistencia en irse del hotel La Mansión Inn fueron parte de los comportamientos que los investigadores notaron como extraños.
Así lo señaló Raquel Salazar, la encargada de la investigación judicial por el homicidio de la doctora María Luisa Cedeño, en la continuación de su declaración en el debate.
La investigadora obtuvo estos detalles a raíz de la entrevista con Daniela Ceciliano, administradora del hotel.
Otra de las entrevistas fue con la mucama Dinia Guerrera, quien le aseguró a Raquel Salazar que horas antes del hallazgo del cuerpo de la doctora vieron a Miranda Izquierdo salir de la habitación 21 en la que dormía el bailarín Herrera Martínez.
Además, el guarda del hotel, Cristhofer Castro, le señaló a la investigadora que la noche antes de encontrar el cuerpo de María Luisa Cedeño vio a Miranda rondar el hotel luego de que suspendieran la electricidad.
“Cristhofer se molesta y no le habla más a Miranda, porque en otras ocasiones le han apagado las luces como en la piscina, con la intención de distraerlo para robarle cervezas”, dijo la investigadora.
Afirmó que Cristhofer decía que creía que Miranda y Herrera estaban aliados para distraerlo mientras él estaba cuidando el hotel en la noche.
LEA MÁS: Caso María Luisa Cedeño: Miranda Izquierdo compartió publicación sobre “ver senos”
Miranda Izquierdo finalmente se fue del hotel el 24 de julio del 2020, no obstante le seguían los pasos y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Quepos lo detuvo al día siguiente, el 25 de julio a las 5:10 p.m.
Conocían muy bien el hotel
La investigadora señaló que las personas que atacaron a la doctora Cedeño conocían muy bien el hotel.
“Las personas que realizaron el hecho tenían que tener no solo conocimiento de las instalaciones, sino también conocimiento de las habitaciones o en la habitación en la cual se encontraba la ofendida.
“Como estábamos en pandemia, la ocupación del hotel era casi mínima, en ese sentido las personas debían saber en cuál habitación estaba la doctora Cedeño, si había más habitaciones ocupadas.
“Así como el conocimiento de los lugares por dónde podían entrar o salir sin ser detectados”, reiteró