Abigail Montiel es una joven de 20 años a quien un conductor le arrebató sus sueños de convertirse en veterinaria, luego de que el accidente le provocó heridas de gravedad.
Doña Yasenia Castillo, mamá de Abi, nos contó el drama que viven en su hogar desde el 26 de octubre del 2023, día en que ocurrió la tragedia.
“Ese día mi hija venía con su novio para la casa, vivimos en Talamanca, aquí fue donde se dio el accidente, cuando un carro la atropelló y se dio a la fuga. El novio de mi hija que ya no lo es, vio el auto, pero el conductor no se detuvo y la dejó ahí tirada”, dijo la mamá.
Por más que el novio de la joven gritó, el chofer huyó. Por suerte, otras personas que estaban cerca corrieron para ayudarlos.
“Me llamaron para avisarme del accidente, la llevaron a la clínica, y luego al Hospital Tony Facio, y después al Hospital Calderón Guardia. A mi hija la entubaron y a los 11 días la desconectaron, pasaron dos días y otra vez la reconectaron, y ahí me dijeron que estaba en coma. Así estuvo durante 22 días, pues sufrió un trauma craneoencefálico por el que la tuvimos en la Unidad de Cuidados Intensivos”, recordó doña Yessenia.
La mamá explicó que el atropello le provocó a su hija traumas severos, hemorragia intraencefálica, y también requirió una traqueotomía.
“Mi hija quedó parapléjica, usa pañal y se alimenta gracias a una sonda PEG. Ella no habla; a veces, hace sonidos, pero no sabemos si lo que al final no la deja es la traqueotomía. Es muy duro verla así, porque a veces, tiene movimientos involuntarios”, aseguró la señora.
“Mi hija ahora es una bebé, nosotras mi otra hija y yo, le hacemos todo y la cuidamos, ya que no puede hacer nada por ella misma”, acotó doña Yessenia.
Abi había hecho una pausa en sus estudios, pero su amor por los animales era demasiado.
“Ella siempre me decía que se iba a esforzar mucho porque quería ser veterinaria; ella veía un animal y se volvía loca; de hecho, tenía un gato y un perro y los tuvimos que dar en adopción porque todo en casa cambió. Ahora ella nos necesita al 100 por ciento, y la casa donde vivíamos no tenía condiciones, por lo que al final tuvimos que pasarnos a otra vivienda”, relató la mamá.
Doña Yessenia afirma que ella ha buscado que se haga justicia por el caso de su hija, aunque, lamentablemente, no han visto la luz. Agrega que debido al accidente han tenido problemas económicos, pues como debe estar al cuidado de su hija, ha tenido que reducir las horas que trabaja como empleada doméstica.
“No la podemos dejar sola ni un minuto y jamás con personas extrañas, estamos pendientes de ella siempre, nos necesita mucho y le damos todo el amor que podemos. Verla así parte mi alma como madre”, dijo la mamá.
Cuando el accidente ocurrió, una hermana y, en aquel momento, el novio de Abi fueron a poner la denuncia ante el OIJ.
“Pasaron seis meses y nunca nos dijeron nada, la gente sabía que yo andaba averiguando quién era el conductor, y parece que la mamá de este hizo un comentario y las personas eran conocidas mías. Entonces nos contaron, y fuimos al OIJ para decirles lo que supimos. Ellos decomisaron el carro, porque le habían cambiado el parabrisas; además, tenía golpes al lado derecho y lo pintaron”, recordó la mamá.
“A mí jamás se me va a olvidar la placa de ese carro, en el OIJ nos dijeron que cuando supieran algo más nos avisarían. La verdad nos hemos sentido muy solas en esto, abandonadas por las autoridades, porque sentimos que no se ha hecho nada. En un abrir y cerrar de ojos la vida nos cambió y se llevó sus sueños de ser profesional”, dijo la mamá.
La Teja consultó al OIJ sobre el caso, pero al cierre de esta nota no habían respondido.
Abi duerme en una vieja cama de madera que no le ayuda en nada para su recuperación y necesita una camita hospitalaria. Por eso, su mamá lucha para poder reunir dinerito para comprar pañales y alimentos, que son bastante caros para ellos como familia, pues ella solo come lo que dan por la sonda PEG.
La mamá asegura que ha tocado puertas en instituciones del gobierno, pero todas se han cerrado.
Si usted desea ayudarlas, puede contactarlas al Sinpe móvil 6230-7471 a nombre de la Fundación RN.