El joven apellidado Salazar, de 19 años, que se clavó una varilla en los testículos mientras trabajaba y que fue grabado, al parecer, por un miembro del personal del hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas mientras estaba en el quirófano, está atravesando el momento más difícil de su vida.
Desde que el video se filtró en redes sociales, el pasado miércoles 13 de enero, el muchacho ha sido víctima de burlas y ofensas, las cuales lo han afectado hasta el punto de que decidió aislarse de todos.
Así lo contó la abogada Jennifer Esquivel, quien junto a los licenciados Rafael Ángel Sanabria y Stephanie Pérez están representando al muchacho y a su familia en este delicado caso.
“Él no quiere salir de su casa, no quiere hablar con nadie. Están totalmente a la vista sus sentimientos, su situación y cómo esto lo ha afectado. Es algo nunca debió haberle pasado, él se está viendo en una situación a la que lo expusieron, él jamás buscó que eso le ocurriera”, explicó la abogada.
La peor parte de esta situación la carga el joven sobre sus hombros, pero su familia, especialmente sus papás, también están muy dolidos y molestos por lo que sucedió en el hospital, pues se suponía que ahí más bien tenían que cuidarlo.
“Considero que si los lectores se ponen en su lugar y en el de su familia fácilmente se pueden hacer a la idea de que tan grave es lo que ellos están sufriendo. El sentimiento de la familia es de un malestar completo, ellos están muy afectados”, detalló Esquivel.
Salazar, quien trabaja como peón para una empresa privada, sufrió el accidente la tarde del miércoles 13 de enero en la comunidad de Los Espabeles, Herradura, en Garabito, cuando hacía una pozo para un tanque séptico.
Exigen justicia
La licenciada explicó que en este momento la familia de Salazar está enfocada en su recuperación física y emocional, pero también están muy pendientes del avance del caso a nivel legal.
“El papá del muchacho y su familia han sido enfáticos en que van a llevar este caso hasta las últimas consecuencias, hasta encontrar a la persona o a las personas responsables y hacer justicia.
“Están determinados en evitar que este caso quede impune o que pare en nada, como diríamos popularmente, porque en el pasado se han dado situaciones similares en las no se logró hacer justicia”, dijo Esquivel.
Lo que la familia del muchacho menos quiere es que este caso termine igual que el ocurrido en el hospital San Juan de Dios, cuando en abril del 2016 un paciente fue grabado mientras le extraían una yuca del ano y al final nunca se determinó quién fue el responsable de esa grabación.
“Estamos analizando y procesando nuestra estrategia legal, pero lo que puedo decir es que determine o no el hospital quién es el responsable, legalmente tenemos varias opciones para tratar de encontrar justicia para el muchacho y su familia”, añadió la abogada.
Hospital colabora
Este viernes la abogada se reunió con varios representantes del hospital Monseñor Sanabria para consultar si realmente se abrió una investigación a lo interno por la filtración del video.
“El proceso de investigación está abierto y los personeros del hospital están trabajando en eso. Hay un sentimiento de que ellos están muy interesados y en anuencia a cumplir con su trabajo con relación al caso
“Estamos tratando todo salga rápido, porque la larga espera y la expectativa de lo que vaya pasando va a seguir afectando a la familia”, explicó Esquivel.
Por su parte el hospital, por medio de un comunicado de prensa, había indicado que no se referirían más sobre el caso.