Celebrar su cumpleaños y especialmente el de su hijo menor, fue el último plan que hizo Emily Raquel Altamirano Muñoz antes de ser asesinada de 11 balazos.
‘La Macha’, como le decían de cariño, tenía 26 años y era madre de tres niños: de 10, 6 años y 3 años.
A ella la atacaron en Miravalles de Tirrases. Por este homicidio hay tres acusados, se trata de un tatuador nicaragüense de apellidos Solís Mendoza, alias Chucky y de 22 años; un peluquero tico de apellidos Gamboa Castillo, alias Perra Flaca y de 26 años, y un porteador de apellidos Montenegro Arronis, conocido como Niño y de 55 años.
Este lamentable caso ocurrió la mañana del 20 agosto del 2021 y la tarde de este miércoles 19 de octubre comenzó el juicio en la sala 13 del Tribunal Penal de Goicoechea.
Nathalia Segura, representante de la Fiscalía, afirmó que los hombres aprovecharon que Emily Raquel estaba en la calle para atacarla.
“Estaba sola, desprotegida y le dispararon en múltiples ocasiones, le provocaron once heridas por proyectil de arma de fuego, en la cabeza, el cuello y el tórax, ella murió en el sitio”, detalló.
Agregó que, al parecer, Solís y Gamboa habrían sido quienes dispararon, mientras que Montenegro los esperaba en un carro.
“Los hombres huyeron, pero la Fuerza Pública los detuvo”, afirmó.
Una venganza
La primera en declarar durante el debate fue Kimberly Altamirano, hermana de la víctima, quien señaló que su hermana no tenía problemas con nadie y que su muerte se trató de una venganza contra un primo que en apariencia cometió otro homicidio en la misma zona de Tirrases.
“Todo comenzó el 7 de agosto del 2021, cuando recibí una llamada de una prima de nombre Juslin Chavarría Quirós, ella me decía que ‘Zadra’ (Andrés Muñoz Rojas) había matado a Brandon Pepa. ‘Zadra’ es primo de nosotros, en ese momento empezó el miedo de nosotros. Mi tía Sonia Muñoz Rojas (mamá de Zadra) y ellos se fueron (de la comunidad) y no sabíamos absolutamente nada, desde ahí viene todo, quisieron agarrar a alguien de nuestra familia para cobrar venganza, por él ser familiar se nosotros pasó esto (la muerte de su hermana)”, expresó la testigo.
Ella fue quien contó que su hermana y el hijo menor estaban de cumpleaños el día de la tragedia.
“Hablé con ella a las ocho de la mañana para cantarle cumpleaños a ella y a su hijo, le dije que la amaba mucho.
“Me dijo que iba para San José a comprar la piñata del bebé, le dije que me avisara porque iba para la fiesta de mi sobrino”, recordó.
Luego, cerca de las 9 de la mañana de ese mismo día, Kimberly recibió una llamada, era ‘La Macha’ preguntándole por el número de Zadra o de la mamá de este.
“Estaba llorando, sentí algo en mi corazón, luego de esa llamada me quedé con algo en mi corazón, le dije: ‘¿Mami dónde está usted?, ¿dónde están los güilas (hijos de la víctima)’. Me dijo que estaba en La 15 (comunidad de Tirrases), consiguiendo el queque para el bebé, pero en la mañana ya ella me había dicho que lo había pagado y que era personalizado.
“Entré en dudas y le puse un mensaje por WhatsApp: ‘Ma’”, explicó la testigo, pero nunca recibió respuesta.
Sostuvo que unos cinco minutos después se escucharon varios disparos, se trataba de los tiros que mataron a ‘La Macha’.
Kimberly luego vio a Solís y Montenegro huir corriendo al frente de la casa de ella.