Karla Herrera es todo un ejemplo de valentía y superación. Esta joven, de 23 años, fue atacada sexualmente por un tío que después la enterró viva.
Con la ayuda de su familia, de una sicóloga y del grupo Reinas Silenciadas, Karla logró salir adelante de esa pesadilla y contar su historia para ayudar a otras mujeres que han pasado o enfrentan actualmente una situación similar.
"Me motivé a contar mi testimonio porque quiero que las personas vean que Dios nos hizo seres humanos increíbles y fuertes, que a pesar de las pruebas difíciles que se presenten, podemos salir adelante, dejar el pasado atrás y vivir felices.
“Sé que muchas mujeres, al ver mi ejemplo, se motivarán porque en medio de un proceso tan difícil se necesitan palabras de motivación y aliento, para poder enfrentarlo”, contó Karla.
El ataque ocurrió el 29 de abril del 2016 en Grecia, en aquel momento Karla apenas tenía 18 años. Por ese hecho su tío, de apellido Naranjo, fue condenado a 50 años de cárcel en mayo del 2017.
Paseo de pesadilla
Herrera contó que todo ocurrió en un momento muy complicado de su vida, pues afrontaba muchos problemas personales, por lo que su tío vio esto como una oportunidad para ganarse su confianza y convertirse en su “amigo”.
“Un día él planeó un paseo a la playa (en Puntarenas), me dijo que no le dijera la verdad a mi mamá y como yo confiaba mucho en él, le dije a mi mamá que iba a un paseo con mis amigas y ella me dejó ir".
Karla contó que durante el paseo no ocurrió nada malo, ni notó a su tío extraño, pero todo cambió cuando iban en un bus de regreso a San José y Naranjo le pidió que se bajaran en Grecia para que agarraran un taxi, pues el bus iba muy lento.
“Habíamos caminado como 400 metros y eran como las 8 de la noche. Cerca de un cafetal él me dijo que iba a orinar, yo me volví hacia la pista y él se metió, pero cuando estaba distraída agarró un mecate, lo puso alrededor de mi cuello y me llevó hasta adentro”, contó la joven.
Enterrada viva
Karla le suplicó que no le hiciera nada, pero el desalmado la agredió sexualmente.
“Después de eso me dijo que me tenía que matar y yo durante esos momentos le empecé a orar mucho a Dios en mi mente, yo le dije que él una vez le sirvió a Dios en la iglesia y que ese mismo Dios al cual él sirvió me iba a salvar, se enojó y me empezó a golpear con un tubo”.
Naranjo le fracturó el cráneo a su sobrina, por lo que ella quedó inconsciente. Producto de la brutal golpiza a ella le quedó una cicatriz en la cabeza y su ojo derecho quedó más pequeño que el otro.
"Cuando desperté me sentía sin fuerzas, no podía levantarme, luego sentí que él me estaba arrastrando a un hueco que había cavado para enterrarme.
“Solo escuchaba que me estaba echando tierra encima. Yo en todo momento le oré a Dios, pensaba en mi familia, que es lo que más amo y me mantuve firme en mi fe, estaba muy segura de que yo no iba a morir, porque si vine a este mundo es porque tengo muchos propósitos que cumplir”.
Un milagro
Karla sobrevivió al ataque y cuando abrió sus ojos vio que estaba amaneciendo, por lo que sacó fuerzas de donde no tenía para salir del hueco en el que estaba enterrada.
"Me quité la tierra y salí a la carretera, unas personas en un carro se detuvieron y me dieron agua, también llamaron una ambulancia. Yo viviré agradecida con ellos, porque Dios los puso en mi camino.
“Me llevaron al hospital de Grecia, que era el más cercano, ahí conté todo lo sucedido, me trasladaron al hospital Calderón Guardia y ahí me pasaron rápido a cirugía”, recordó.
Karla estuvo en recuperación durante una semana y esos días fueron muy difíciles para ella, pues se sentía muy débil y le dolía todo el cuerpo, especialmente el rostro. Quedó tan lastimada que solo se podía alimentar por sonda.
Dios nunca la abandonó
Karla está segura que ella sobrevivió al ataque gracias a que Dios la cuidó en todo momento, pues Él le dio la fortaleza física y mental para salir de esa tumba. Además, siempre contó con el apoyo y cariño de toda su familia.
“También conseguí ayuda profesional en el programa de atención a la víctima del OIJ, me atendió una sicóloga muy profesional y me ayudó bastante, me desahogué mucho con ella y me ayudó a poder sobrellevar todo de la mejor manera”, añadió Herrera.
Karla asegura que haber tenido a la muerte tan cerca la hizo cambiar en muchos aspectos de su vida, para bien.
“Tengo un motivo muy grande por el cual estar muy agradecida y es el hecho de estar viva. Ahora estudio medicina y más bien me motivé a hacer muchas cosas que antes no tenía pensadas por miedo”.
Aunque al principio le costó dar a conocer su testimonio, Karla siente que publicarlo es lo correcto.
“No se queden calladas, denuncien si tienen que hacerlo, no permitan que destruyan sus sueños, busquen ayuda profesional y les será muy útil y sobre todo nunca se rindan”, dijo Karla.