Desde que era tan solo un niño, Kendall Rivas Munguía soñaba con jugar en Primera División con el equipo de sus amores: el Deportivo Saprissa.
El gran sueño de Kendall de pisar el césped del estadio Ricardo Saprissa Aymá como jugador profesional ya no podrá cumplirse, pues el muchacho de 24 años fue asesinado de dos disparos en la espalda el pasado sábado en Los Cuadros de Purral, en Goicoechea, de donde era vecino.
“Era hijo único, para nosotros fue muy difícil salir adelante juntos, éramos como un equipo, siempre apoyándonos”
— Karen Munguía, mamá de Kendall.
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Hasta el momento, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no ha determinado el móvil del homicidio; sin embargo, la mamá del joven declaró que su hijo sería una víctima inocente, pues aseguró que se trataba de un muchacho bueno que no tenía problemas con nadie.
“Siempre fue un muchacho muy reservado, no le gustaba hacer comentarios negativos contra nadie, más bien me decía que si algo pasaba en el barrio que nosotros no nos metiéramos, como se trata de un lugar un poco conflictivo. Él era muy centrado en lo de él”, dijo la mamá de Kendall.
En cuanto al homicidio, la Policía Judicial tampoco ha determinado cómo sucedió, solo indicaron que vecinos escucharon disparos y luego encontraron el cuerpo de Rivas.
El fútbol era su pasión
Doña Karen contó que su hijo siempre fue un apasionado del fútbol, por eso siempre estuvo vinculado a algún equipo. Kendall era jugador del equipo Thunders de Heredia, que compite en La Liga de Fútbol Aficionado (Linafa).
“Siempre le gustó el fútbol, él vivía por el fútbol, podía amanecer jugando en la cancha, desde muy pequeñito, con 8 años, se levantaba a las 4 de la madrugada para ir a entrenar y luego se iba para la escuela. Él siempre tuvo disciplina, siempre se le veía como el esfuerzo, de que eso sí le motivaba”, contó la mamá del joven.
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“A veces se salía y se ponía en otra cosa para distraerse, pero siempre volvía a jugar fútbol, eso era lo que le encantaba”.
— Karen Munguía, mamá de Kendall.
Pese a que ya tenía 24 años, Kendall nunca perdió la esperanza de convertirse en un futbolista profesional y su mamá siempre lo apoyó y motivó para que alcanzara esa meta.
“Él decía que quería ser futbolista profesional y como era moradititico cuando veíamos los partidos me decía: ‘Mami, que chiva, vea como ellos pudieron (cuando veía a jóvenes jugando con Saprissa)’, entonces yo le decía que eso se podía lograr, que había que esforzarse mucho y tener disciplina, siempre hablábamos de eso”.
Odontología
Pese a que su meta siempre fue el fútbol, Kendall también le contó a su mamá que quería terminar de sacar el bachillerato para empezar una carrera profesional. Rivas iba a iniciar su último año de clases este lunes en el Cindea de Moravia.
“Él se cuidaba mucho los dientes y me decía que le gustaría estudiar Odontología, y yo creo que eso era porque él siempre fue muy coqueto, le gustaba andar bien perfumado y peinado, pero para él los dientes lo eran todo”.
El año pasado Kendall estuvo trabajando como conserje en la escuela de La Trinidad de Moravia, pero este año no lo llamaron, por eso estaba ganándose la vida como repartidor de comida en Uber Eats.
La mamá del joven le pide a las autoridades que investiguen la muerte de su hijo y que lleven a los responsables ante la justicia.
“Como les digo a mis compañeros, lo que pido es que no hayan más madres como yo que sufran esto, porque lo que yo estoy viviendo no se lo deseo a nadie. Ojalá que Dios saque a la luz esto para que nadie más sufra”.