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La vida de Daniel Zúñiga Carballo, de 22 años, llegó a su fin de forma trágica, cuando se estaba tomando una taza de café junto con un amigo, afuera de una casa en Alajuelita. En ese momento, ambos muchachos fueron víctimas de un mortal ataque.
Lo más doloroso de este caso es que Daniel estaba cerca de iniciar una etapa muy especial en su vida, pues un familiar cercano, quien pidió que su nombre no fuera publicado, contó que el muchacho estaba a punto de convertirse en papá.
“Le hacía mucha ilusión ser papá y, de hecho, para eso también trabajaba. Estoy completamente seguro de que era lo que él más deseaba, porque era lo que más contaba, y estaba muy feliz. De hecho, ya le faltaba poco”, dijo el familiar.
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Esa noticia también fue confirmada por un amigo muy cercano a la familia del joven, que también se llama Daniel.
“La pérdida de Daniel nos deja un gran vacío, deja una madre, un padre y una familia completa destruida y un hijo que va crecer sin su padre, ya que la novia tiene 8 meses de embarazo”.
“No es justo que su familia y seres queridos tengamos que pasar por un dolor así, un dolor que nunca se va a superar”.
— Daniel, amigo del joven asesinado.
Atroz balacera
La otra víctima mortal de ese terrible hecho fue Joshua Murillo Durán, de 31 años, quien falleció a pocos metros de su amigo la madrugada del pasado martes 25 de febrero.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que los hechos ocurrieron a eso de las 2:30 a.m. en Concepción de Alajuelita, en calle Chivirico.
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“Los ofendidos se encontraban en vía pública cuando, por razones que se desconocen, se habría dado una balacera y, en apariencia, estos dos habrían resultado heridos con varios impactos en distintas partes de su cuerpo, lo que les causó la muerte”, informó el OIJ.
En el lugar se recolectaron 120 casquillos, un reflejo de la violencia con la que se cometieron los hechos, en los que habrían participado varias personas.
Los habrían confundido
Pese a que en redes sociales muchas personas se han dejado decir todo tipo de cosas, los allegados de ambos jóvenes afirmaron que ambos eran buenos muchachos, que no andaban en malos pasos ni tenían problemas con nadie.
El familiar de Daniel contó a este medio que se maneja la versión de que el joven y su amigo habrían sido confundidos por los gatilleros, pues en apariencia, ellos dos no eran las únicas personas que se encontraban en ese lugar al momento del ataque.
“Él estaba tomando una taza de café con otro muchacho, siempre lo hacían afuera y así, pero lamentablemente, pasaron estas personas y les hicieron ese daño, aunque ellos dos no tenían nada que ver; eso es lo que nos han contado”, dijo el allegado de Zúñiga.
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También mencionó que, según sabe, en algunos lugares de Alajuelita, al parecer, prácticamente, existe un toque de queda establecido por grupos criminales, por lo que a cierta hora las personas no pueden estar fuera de sus casas, ya que si son vistos por los delincuentes corren el riesgo de que estos piensen que se trata de personas vendiendo drogas en sus territorios.
El allegado de Daniel dijo que él ponía las manos en el fuego por su familiar y aseguró que si Zúñiga no hubiese sido un muchacho de bien, todo el barrio no se habría reunido para recibir entre aplausos su cuerpo cuando fue llevado a la vela.
Un futuro mejor
Según su familiar, Daniel se estaba esforzando por forjar un mejor futuro para él y su hijo, por eso estaba trabajando como asesor de ventas en un almacén y además estaba estudiando inglés.
Además, mencionó que entre sus grandes sueños estaba viajar fuera de nuestro país, principalmente, a Europa, aunque un destino que siempre quiso conocer era la ciudad de Tokio, en Japón.
“Daniel era una persona muy, muy servicial, era bastante sincero con todos, le gustaba mucho trabajar para conseguir sus propias cositas y quería salir adelante.
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“También era una persona bastante activa; en su momento formó parte de ciertas actividades, tanto en la banda del colegio don Bosco, cuando estuvo ahí estudiando, como en equipos de futsal, pues se mantenía siempre haciendo deporte y demás”.
El amigo de Daniel coincidió con lo que dijo su familiar y aseguró que el joven fue víctima inocente de un atroz ataque.
“Le puedo decir que Daniel era un joven de bien, un gran hijo, hermano y amigo. Un ejemplo de perseverancia, sacó sus estudios y trabajaba en Grupo Monge, nunca se metía con nadie. Él estaba en el lugar equivocado”.
Piden justicia
Los seres queridos de Daniel aseguran que él y su amigo fueron víctimas inocentes de la violencia que reina en el país y, especialmente, en los barrios del sur, por lo que piden a las autoridades tomar medidas para proteger a las personas buenas que viven en esos lugares.
“Yo sé que son tiempos muy difíciles, pero ojalá vayan haciendo sobre la marcha, en la medida de lo posible, para que se haga justicia de la manera correcta. Yo quisiera que paguen ya las personas que le hicieron eso, pero lamentablemente, estamos en un mundo que va de mal en peor”.
