Sucesos

Jefe de la Policía de Fronteras sobre Crucitas: “La fiebre del oro es tan poderosa como cualquier droga”

Mineros pasan días sin dormir ni comer y hasta hay malaria en la zona

EscucharEscuchar
Los mineros trabajan a gran velocidad porque saben que tienen policías cerca. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora)

El jefe de la Policía de Fronteras, Allan Obando, asegura que el peor problema con los coligalleros es que la extracción de oro se ha convertido como en una adicción para ellos.

“La fiebre del oro es tan poderosa como cualquier droga, como una adicción. Quienes vienen a Crucitas como coligalleros pasan hasta 24 horas seguidas extrayendo el material, no comen, no duermen y entre más oro encuentran más horas resisten, las condiciones en que viven son deplorables”, dijo Obando.

Según el jefe, los mineros no diferencian las horas entre el día y la noche en su afán por encontrar el oro. Además, trabajan con mucha velocidad pues saben que tienen a la Policía encima.

Entre los oreros han encontrado nicaragüenses y hondureños, adultos y menores de edad, quienes vienen a ganarse sumas de dinero que en sus países tardarían años en obtener.

En el último operativo se constató que en una de las fincas el daño ha aumentado. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora)

En enero fue el primer operativo de la Policía para intentar frenar la sacada de oro en al menos 20 fincas de la zona, en un área de unos 800 hectáreas, para que se haga una idea el parque metropolitano La Sabana mide 70 hectáreas.

Cansados, sucios, quemados por el sol, desnutridos y hasta enfermos, así huyen los coligalleros entre las montañas. La presencia de los oficiales en la zona los hace pasar escondidos mientras esperan que la cantidad de policías disminuya para empezar a cavar un túnel nuevo, estos llegan a medir a 70 metros.

“Algunos se deslumbran al saber que en un mes pueden irse con un millón y medio y en su país no llegan a un salario mínimo y en el caso que tengan trabajo”, dijo Obando.

Allan Obando, jefe de la Policía de Fronteras, asegura que la adicción a la "fiebre del oro" es como cualquier droga. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora)

Aunque la policía mantiene desde el 2017 un campamento permanente con 40 oficiales en la finca donde supuestamente hay más oro, la cual está siendo reforestada, esta semana un gran grupo policial, con ayuda de otras instituciones, cayó en Crucitas con el operativo Lapa 2, llamado así por la preocupación de salvar el habitad de esas aves.

“Esa gente está enferma por sacar oro, es como la gente que fuma que no puede dejar de hacerlo. A ellos los agarran y los mandan a Nicaragua y al tiempo usted los ve aquí otra vez, su estado es peor que el de un indigente.

"Por épocas viene cualquier cantidad de personas, ahorita están escondidos, pero apenas la cantidad de policías baje se vuelve a llenar esto, es un problema de nunca acabar lo que se vive aquí, ellos hacen su buena plata, tanto que a veces la desperdician. Hay gente que viene y les vende licor y pagan por una birra hasta ¢2500, en las buenas sacadas se dan lujos”, dijo uno de los vecinos.

Las autoridades tienen que meterse a la montaña para detener a los coligalleros. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora)

Daño y crimen

El viceministro de Seguridad Publica, Luis Carlos Castillo, aseguró que el daño ambiental ha sido terrible, pero además la extracción de oro ha provocado que el crimen organizado ataque la zona.

“Los oficiales han detectado casos de prostitución, trata de personas, venta de licores, familias que construyeron cuarterías para alquilarlas y hasta tenencia de armas”, dijo Castillo.

Castillo asegura que una de las preocupaciones más grandes que tienen es la presencia de malaria en la zona, por lo que ya el Ministerio de Salud trabaja en el tema.

Los mineros buscan cualquier tratamiento para curarse. Incluso, durante el operativo Lapa 2, el Ministerio de Salud cerró una pulpería que hay en una de las fincas por vender antibióticos para lo que se necesita receta.

Los oreros sacan el material en sacos, por cada uno les pagan alrededor de ¢15 mil. Foto Jeffrey Zamora (Jeffrey Zamora)

Según Obando, las fincas están a 6 kilómetros de la frontera con Nicaragua, por lo que algunos mineros incluso vienen, bretean en los túneles y después se van.

“Ellos tiene mucha habilidad para caminar y muy rápido, en ese trillo duran unas dos horas, ellos tienen mucha capacidad física”, dijo el jefe policial.

Las autoridades mantendrán el operativo Lapa 2 durante toda está semana y pulsean que el Gobierno, por medio de los diputados, les ayuden a encontrar alguna solución.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.