Jairo Fernández pasó 13 meses encerrado en la cárcel por un crimen que no cometió y por eso el Estado deberá pagarle 15 millones de colones.
La pesadilla se dio debido a que en octubre del 2014 fue culpado, injustamente, de violar a una jovencita de 17 años en Limón que, en realidad, fue atacada sexualmente por José Luis Calderón Sánchez en el 2011.
Los jueces del Tribunal Penal de Limón que estuvieron a cargo del caso de Fernández lo condenaron a 25 años de prisión, pese a que en octubre del 2011 --cuando inició el juicio-- el OIJ presentó una prueba que demostraba que era inocente.
La condena de Jairo fue anulada en marzo del 2015 gracias a una apelación de su abogado. El 20 de mayo de este año se confirmó el monto de la indemnización que le deberá pagar el Estado por todos los daños físicos y psicológicos que sufrió.
— “En San Sebastián recibí una vapuleada muy grande, nunca en la vida la había recibido. Me agarraron en un cuarto, me pegaron una vapuleada, yo salí inconsciente”, dijo Jairo Fernández durante una conferencia de prensa en abril del 2015.
Detenido por confusión
La violación ocurrió en abril del 2011, cuando la jovencita de 17 años viajaba en bicicleta por unos bananales de Cuba Creek, en Matina de Limón y fue sorprendida por Calderón, quien la encañonó, la llevó a un lugar alejado, la violó dos veces y le robó un anillo.
Jairo fue capturado en mayo del 2011 porque la víctima lo confundió con el agresor. Un juez le dictó seis meses de prisión preventiva mientras se le investigaba por la violación.
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En octubre del 2011 la Sección de Bioquímica Forense del OIJ presentó un informe que indicaba que el semen hallado en la víctima no coincidía con el ADN de Fernández, pero los jueces le bajaron el piso a la evidencia diciendo que la muestra hallada podría ser, incluso, de la pareja de la víctima.
Luego de cumplir con los seis meses de preventiva Fernández fue dejado en libertad, pero con otras medidas cautelares. La pesadilla estaba lejos de terminar.
Capturado por otros casos
En paralelo a lo que ocurría con Fernández, en diciembre del 2013 las autoridades detuvieron en Valle La Estrella, Limón, a Calderón, quien era buscado por cinco violaciones, una tentativa de violación y un delito de agresión. Hasta ese momento no era vinculado con el caso que se le achacaba a Fernández.
La Fuerza Pública detuvo a Calderón cuando estaba escondido dentro de una casa, tenía una herida en el estómago que, al parecer, se causó de forma accidental con un arma hechiza mientras escapaba de unos vecinos que lo perseguían, pues ya lo tenían en la mira por las violaciones que había cometido.
En aquel momento el OIJ informó que el sujeto atacaba a sus víctimas en lugares solitarios y las amenazaba con armas para luego abusar sexualmente de ellas, modalidad similar a la ocurrida en el caso por el cual Fernández era investigado.
Condenas para los dos
De vuelta al caso de Fernández, las autoridades lo volvieron a detener en julio del 2014 para que le hiciera frente al juicio por la violación que nunca cometió.
Fernández fue condenado a 25 años de cárcel el 1 de octubre del 2014, 20 años por dos delitos de violación y cinco por el robo del anillo. Aunque el mundo se le vino encima, Fernández siempre sostuvo su inocencia.
En febrero del 2015 fue el turno de Calderón --el verdadero monstruo-- de sentarse en la silla caliente para hacerle frente a la justicia.
El Tribunal Penal de Limón lo condenó a 285 años de cárcel por 11 delitos de violación y robos cometidos desde el 2007 al 2013 en Matina, Siquirres y Limón. La condena fue readecuada a 50 años de prisión que es lo máximo permitido por la ley.
Entre esos delitos no estaba contemplado el que se le achacó, injustamente, a Fernández.
Se hizo justicia
Un nuevo informe presentado por el OIJ, en febrero del 2015, determinó, al fin, que Fernández siempre fue inocente.
La Policía Judicial complementó el reporte que la Sección de Bioquímica Forense había presentado en octubre del 2011, señalando que el semen hallado en la víctima coincidía con el ADN de Calderón y no con el de Fernández.
El emparejamiento de estos datos se logró gracias al sistema CODIS, que es una base de datos de perfiles genéticos que permite buscar coincidencias entre varios casos.
Con esta contundente evidencia el abogado Eduardo Barboza presentó una apelación y logró traerse abajo la condena dictada contra Fernández, quien fue absuelto en marzo del 2015.
Aceptó la culpa
Luego de confirmarse la inocencia de Fernández, la Fiscalía Adjunta de Limón abrió un expediente paralelo para acusar a Calderón por la violación de la menor de edad en Cuba Creek.
“El imputado de apellidos Calderón Sánchez se sometió a un procedimiento especial abreviado, en el que aceptó los hechos acusados, por lo que se le condenó a 21 años de prisión. La resolución corresponde a la sentencia 822-2018 del 21 de agosto del 2018″, comunicó la Fiscalía ante consulta de La Teja.
Por su parte, el Ministerio de Justicia confirmó que Calderón está cumpliendo sus condenas desde setiembre del 2016 en La Reforma, en San Rafael de Alajuela.