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Fabricio Soto Rodríguez, de 21 años, estaba muy ilusionado porque, pese a su corta edad, ya había cumplido varios de los sueños que tenía, sin embargo, muchas de sus otras metas se quedarán sin cumplir por culpa de un imprudente conductor que acabó con su vida.
Soto, quien era muy conocido en Carrizal de Alajuela por ser trillizo, murió la noche del viernes 19 de enero de este año cuando él, su novio y la prima de este último, fueron atropellados por un carro y el conductor se dio a la fuga.
El fatal hecho ocurrió a eso de las 11:09 p. m. en Carrizal de Alajuela, específicamente 200 metros al sur de la plaza, cuando los tres jóvenes se dirigían hacia una vivienda.
Trascendió que las autoridades encontraron el carro involucrado en el hecho a unos tres kilómetros del sitio del accidente, pero no estaba el conductor.
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Sebastián Soto, hermano de Fabricio, comentó a este medio que, al parecer, en ese carro viajaban una mujer apellidada Mejías y un hombre de apellido Fonseca, quienes, en apariencia, se encontraban bajos los efectos del alcohol.
Extraoficialmente se hablar de que, en apariencia, era la mujer quien conducía el carro, sin embargo, esto no ha sido confirmado por las autoridades, pues Soto dijo que ambas personas fueron encontradas fuera del carro, por lo que aún no hay certeza de quién era el conductor.
“Al parecer hubo personas que quisieron ayudarlos a esconder el carro”, dijo el hermano de Fabricio.
La Teja consultó al Ministerio Público sobre este caso y se está a la espera de respuesta.
Regresaban de festejos
Jeffry Soto, uno de los hermanos mayores de Fabricio, contó que esa noche el joven andaba disfrutando de los festejos populares de Carrizal y el fatal hecho ocurrió cuando ya iba de regreso a su casa, en Canoas de Alajuela.
“Uno de los sueños que tenía era comprarse un carro, que hace poco lo cumplió. Como apenas estaba empezando a manejar, fueron a las fiestas y él dejó el carro en la casa de una amiga, porque le daba cosa llevarlo hasta el campo ferial y que pasara algo. Cuando sucedió el accidente, él ya se dirigía a recoger el carro para irse para la casa”, reveló Jeffry.
“Al final siento que la irresponsabilidad es mutua, pero le va a caer más a la persona que iba manejando. La verdad es increíble que todavía tengan el valor, después de hacer una cosa así, de seguir, yo creo que ni a un perro se le hace una cosa de esas, ahora imagínese a una persona”, dijo Soto.
En cuanto al accidente, Jeffry dijo que se enteró por medio de su papá, quien lo llamó la madrugada del sábado, sin embargo, el primero en darse cuenta fue Sebastián.
“Al que primero llamaron fue a Sebastián, a lo que tengo entendido le dijeron que había ocurrido un accidente, pero que no se sabía qué había pasado. Sebastián llegó con la mamá al hospital de Alajuela y en ese momento ingresaron dos personas en ambulancia, pero ninguno era Fabricio, les dijeron que en el lugar había quedado una persona fallecida y se trataba de él”.
Iba a graduarse
Fabricio se graduó del Colegio Técnico Profesional de Carrizal en el 2020 con la especialidad de contabilidad, la cual le permitió obtener un trabajo asistente contable en la empresa Aeropost.
“Él era espectacular, era un estudiante muy aplicado, en su trabajo también lo recuerdan así, como una persona que siempre estaba dispuesta a ayudar y colaborar”, dijo su hermano Sebastián.
Además de haberse comprado su carro, Fabricio estaba a punto de cumplir otra de sus metas este año, pues finalmente iba a graduarse en la Universidad Santa Lucía de la carrera de Administración de Empresa con énfasis en Contabilidad.
“Él tenía muchas ganas de emprender, hasta se abrió una página que se llama Órbita Masculina, quería aprender a coser para hacer camisas formales, pero al estilo de él; también quería empezar a independizarse.
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“Su sueño era disfrutar de su vida, él estaba realizado porque ya tenía su trabajo, su carro y estaba por graduarse, y eso es lo que me duele un montón, porque aunque estaba muy joven, estaba cumpliendo muchas metas”, lamentó Soto.
Por su parte, Jeffry recordó a su hermano como una persona muy responsable, alegre y dadivosa, que siempre estaba dispuesta en tenderle la mano a los demás.
“De hecho, mi papá tiene una granja y como él lo que sacó fue la carrera de contabilidad era el que le ayudaba con todo eso y siempre estaba pendiente de muchas cosas”.
La familia de Fabricio pide a las autoridades que se haga justicia por su muerte, pues aseguran que una irresponsabilidad al volante acabó con el brillante futuro que tenía el joven.
