Evans Varela Chavarría, de 32 años, es recordado por sus seres queridos como un héroe que antes de morir ahogado evitó que tres niños de su familia perdieran la vida en el agua.
Varela perdió la vida el sábado 25 de junio del 2016 en playa Ventanas de Osa, en Puntarenas, luego de que una corriente lo jaló mar adentro. El cuerpo del joven salonero fue encontrado cuatro días después.
Aunque ya pasaron casi tres años del accidente, el recuerdo de Evans sigue más vivo que nunca en el corazón de sus familiares, así lo comentó un hermano suyo, quien pidió que no publicáramos su nombre.
“Yo a él ni los zapatos le amarro, era increíble, tenía amistades a montones y un espíritu de superación enorme, cuando se proponía algo lo lograba y ayudaba a los demás a alcanzar sus metas, no era para que se fuera él, mejor me hubiera ido yo”, dijo.
Paseo terminó en tragedia
El hermano de Evans recordó que la tragedia ocurrió en medio de un paseo familiar que realizaron a Uvita de Osa 14 parientes. Todos se quedaron en un hotel, pero él no pudo acompañarlos.
“Ellos se registraron jueves y tenían que salir sábado, ya cuando hicieron el check out de las habitaciones dijeron que iban a ir a playa Ventanas para darse el último chapuzón. En esos días habían dicho en radio o tele que iba a haber una marejada fuerte”, recordó.
El accidente ocurrió a la 1 p. m. luego de que una enorme ola reventó en la orilla, esto provocó que el agua empezara a arrastrar a varios vacacionistas, entre ellos Varela.
Los seres queridos de Evans cuentan que con sus últimas fuerza el joven logró empujar a tres niños de su familia para que salieran del agua, pero él no pudo librarse de la corriente.
“Hubo una ola grande y se lo hizo chupado, empezaron a sacar a los niños pero mi hermano fue el ultimo que quedó. Otro hermano me dijo que le vio la coronilla en medio del agua y se tiró para agarrarlo, pero no pudo hacerlo”, añadió.
Almohada lo buscó
El hermano del valiente contó que toda la familia vivió momentos de verdadera angustia, pues en el fondo no perdían la esperanza de que Evans hubiese salido por otra parte de la playa.
“Nosotros tiramos la almohada que él usaba al mar y el agua se la lleva debajo de unas piedras inmensas, los buzos nos dijeron que ahí no se metían, que era un chupadero muy peligroso, pero yo creo firmemente que mi hermano estaba ahí atrapado”, recordó.
Las búsquedas realizadas al final rindieron frutos, pues a eso de las 10 de mañana del miércoles 29 de junio encontraron el cuerpo del muchacho 10 kilómetros mar adentro de donde fue visto por última vez.
“Eso fue un alivio pero mezclado con desesperación, porque en el fondo lo que uno realmente quería era encontrarlo vivo”, dijo el hermano del joven.
Pocos días antes del accidente, Evans había renunciado a su trabajo como salonero en un hotel en San Gerardo de Dota, pues quería buscar un bretecito nuevo para estar más cerca de su mamá y seres queridos en Platanares de Pérez Zeledón.
La vida sigue
El hermano de Evans dijo que pese al dolor que trajo la muerte, en honor a él fue que decidieron continuar con sus vida y no dejarse vencer por la tristeza.
“La vida continua, fue una tragedia inmensa pero la vida sigue, nosotros ya habíamos tenido una situación difícil hace diez años cuando otro hermano murió en un accidente con una moto”.
Además dijo que no le guardan rencor o temor alguno al mar, pero si les queda la espinita por lo sucedido, por lo que ahora siempre intentan estar en una parte segura y donde siempre puedan estar supervisando y cuidando a sus seres queridos.
“Lo más importante en estos días venideros es tener precaución porque la naturaleza es impredecible y uno a veces toma demasiados riesgos, es feo salir 14 y regresar 13 personas”, finalizó.