El centro de San José se convirtió en el escenario de una aterradora balacera cuando un hombre que, al parecer, amenazaba con matar a su papá para luego quitarse la vida, se enfrentó a balazos contra un grupo de oficiales de la Fuerza Pública y de la Policía Municipal de San José.

El violento intercambio de bala concluyó con la muerte del hijo, identificado como Luis Diego Fernández Valverde, de 31 años, quien falleció en el asiento del conductor de un lujoso Mercedes Benz.

Su padre, de apellidos Fernández Moreno, resultó ileso, pues unos uniformados lograron sacarlo del carro antes de que se desatara la lluvia de plomazos.

En el incidente también resultaron heridos dos uniformados, un policía municipal de apellido Ríos, que se cayó de su motocicleta, y un policleto de la Fuerza Pública, apellidado Abarca, que sufrió un roce de bala cerca de sus costillas y fue llevado en buenas condiciones al hospital San Juan de Dios.

Los hechos ocurrieron minutos después de las 11 de la mañana de este miércoles 19 de enero, en el puro centro de la capital, en calle 10, entre avenidas 6 y 8, específicamente 100 este y 100 norte de la conocida bomba La Castellana.

“En un descuido de este (el hijo), los oficiales logran sacar al señor del vehículo y esta persona (el hijo) queda sola, emprende huida y acciona el arma contra los oficiales por lo que ellos responden a los disparos”.

—  Deytel Beita, jefe de operaciones de la Policía Municipal de San José

Gritos de ayuda

Deytel Beita Jiménez, jefe de operaciones de la Policía Municipal de San José, explicó que los hechos iniciaron cuando unos oficiales municipales escucharon los gritos de auxilio del padre, que en ese momento iba manejando el carro y se detuvo al frente de un semáforo.

“Se da una situación que en un principio parecía ser un problema intrafamiliar, pues este caballero le pidió auxilio a los policías, porque su hijo se hizo con una pistola de su propiedad y amenazaba con matarlo y luego quitarse la vida”, detalló Beita.

Al ver que se trataba de un caso de alto riesgo, los uniformados pidieron refuerzos y en cuestión de minutos el carro ya estaba rodeado por más de diez policías, varios de ellos ya habían desenfundado sus pistolas y apuntaban directamente hacia el vehículo, que tenía la puerta del conductor abierta.

“Los oficiales trataron de negociar, pero esta persona parecía estar bajo los efectos de alguna sustancia y no atendía razones”, añadió el jefe policial.

La tensión se podía sentir en el ambiente, pues los uniformados no solo estaban preocupados por la seguridad del señor, sino también por las decenas de personas que, en lugar de refugiarse, sacaron sus teléfonos celulares para grabar el desenlace de ese hecho.

“Fue una situación muy compleja, había mucha gente a esa hora. En el primer abordaje, los oficiales trataron de mantener medidas de seguridad con las complicaciones que presenta una ciudad, se trató de dispersar a las personas, pero a las espaldas de los oficiales había muchos curiosos”, dijo el jefe de operaciones.

Rescate y balacera

Según Beita, cada vez que los oficiales se acercaban al lado del conductor, donde se encontraba el señor, su hijo los amenazaba con que iba a dispararle a él si intentaban sacarlos del vehículo.

En medio de esa compleja situación, un oficial de la Fuerza Pública aprovechó un descuido del hijo y se acercó rápidamente al carro para agarrar al señor del brazo y sacarlo.

Sin embargo, el padre regresó al vehículo, al parecer, para presionar el freno con su pie. Cuando se estaba alejando del carro, su hijo de un brinco se pasó al asiento del conductor y cerró la puerta.

“Él (Luis Diego Fernández Valverde) quedó solo en el vehículo y es cuando emprende la huida y se da el intercambio de disparos (de los policías) con esta persona, que a unos trescientos metros (de donde inició la balacera) murió dentro del vehículo”, añadió.

“El padre del ahora fallecido también fue atendido por la Cruz Roja, porque se encontraba en shock, pues fue una situación muy fuerte”.

—  Deytel Beita, jefe de operaciones de la Policía Municipal de San José.

Trascendió que el vehículo en el que murió Fernández es un Mercedes Benz con placa extranjera, específicamente de Estados Unidos. Al parecer, ingresó al país el pasado lunes 17 de enero.

Por su parte, la Policía Judicial informó que el joven perdió la vida debido a tres balazos que recibió en el pecho. Además, confirmó la versión dada por la Policía Municipal.

“La información preliminar es que él (Fernández Valverde) estaba discutiendo con otro hombre en el vehículo y oficiales de la Policía Administrativa, al parecer, logran sacar a ese hombre (su padre) del vehículo y es cuando, aparentemente, se da una discusión entre el ahora fallecido y los oficiales y se da el intercambio de disparos”, fue la explicación de la oficina de prensa del OIJ.

Videos captaron momentos de terror

Pocos minutos después de que el joven falleciera, en redes sociales y grupos de WhatsApp empezaron a circular varios videos de testigos, en los cuales se observa lo que ocurrió segundos antes de la voladera de plomo.

Uno de estos es el de un hombre que grabó la situación a pocos metros del carro y se le escucha decir: “Dicen que tienen a un mae secuestrado en el carro, entonces a todos los tienen ahí apuntados”.

En ese mismo instante inicia la balacera y en el video se observa como varias personas, entre ellas una mujer con una niña muy pequeña, empiezan a correr y a chocar entre sí.

El que llevó la peor parte fue un adulto mayor que andaba con bastón, pues se cayó y se le veía muy adolorido. El hombre que grabó el video no hizo por donde ayudarle, solamente se le escucha decir: “Alguien que me ayude con el señor”.

En otro video, grabado desde otro ángulo, se escuchan a varias mujeres gritando al momento de los balazos, una de ellas dice: “¡La sangre de Cristo¡, ¡tírese al suelo, mami, al suelo, al suelo!”, mientras la imagen se desenfoca.

¿Actuaron bien?

Muchas personas tienen la duda de si los oficiales involucrados actuaron de la forma correcta al intercambiar disparos en un lugar abierto y en el que estaban rodeados por una gran cantidad de curiosos.

Para Gerardo Castaing, exagente del OIJ y experto en seguridad, los uniformados actuaron de buena manera y aseguró que el mejor ejemplo de esto es que ningún inocente resultó herido.

“En esos casos, si hay armas de fuego involucradas en un sitio cerrado, en este caso el vehículo, es conveniente el protocolo de contener y evaluar la situación, lo que permite que los policías tengan el tiempo para analizar la situación.

“Esta bien la reacción (de disparar) porque va dirigida a la protección de terceras personas, pero sí debe haber capacidad (de los oficiales) para establecer el blanco directo”, dijo.

Para Rogelio Ramírez, quien también es exagente del OIJ y experto en el tema, es necesario analizar con mucho detalle todas las circunstancias que rodearon este hecho, pues es difícil justificar la cantidad de disparos realizados en un área con tanta gente como lo es el centro de la capital.

“Un enfrentamiento en una zona poblada es absolutamente contraindicado y debe evitarse en la medida de lo posible. Para emitir un criterio exacto habría que ver qué fue lo que motivó el intercambio de disparos, si es que se trató de repeler una agresión ilegítima en contra de un oficial.

“Si la persona que iba ser detenida fue la que disparó en tantas oportunidades como le fue posible, entonces el procedimiento de los policías se habría apegado a lo que corresponde, pero si fue la Policía la que disparó en tantas oportunidades estamos ante una pésima actuación policial”, dijo.