Por más difícil que fuera su situación económica, Abel Antonio Peña Pomares, de 38 años, siempre hacía hasta lo imposible por llevar un algún regalo a sus papás, aunque fuera algo para que comieran juntos.
Por ese motivo es que este pasado domingo consiguió un aguacate que pretendía compartir con ellos, sin embargo, la tragedia se interpuso en sus planes, pues Abel fue asesinado a balazos por dos gatilleros que interceptaron el carro que iba manejando.
“Él siempre llevaba un cariñito para mis papás, para comer con ellos. Ese aguacate lo llevaba para que cenaran juntos. Por muy dura que fuera la situación de él, siempre estuvo muy pendiente de nuestros padres”, dijo Elida Peña, hermana de Abel.
LEA MÁS: Papá de cuatro niños es asesinado a balazos cuando viajaba en carro junto a una mujer
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que los hechos ocurrieron a las 5:47 de la tarde de este domingo 2 de octubre, en La Cruz de Guanacaste, específicamente en la localidad de San Dimas, camino hacia La Libertad.
“El ahora fallecido viajaba en un carro junto a una mujer y en ese momento fue alcanzado por otro vehículo, desde el cual le dispararon en múltiples ocasiones”, indicó la Policía Judicial.
Los investigadores que atendieron el caso detallaron que Peña falleció de forma inmediata tras recibir cinco disparos entre la cabeza y el cuello, mientras que la mujer que iba con él resultó ilesa.
“Mis papás están devastados”
— Elida Peña, hermana de Abel
Familia devastada
La hermana de Abel aseguró que toda la comunidad de Las Brisas, en La Cruz de Guanacaste, está de luto por la trágica muerte de su hermano, pues era una persona muy querida por todos.
Sin embargo, destacó que los más afectados son sus papás, pues Peña vivía con ellos y además era uno de los hijos que más los consentía y cuidaba.
“Nosotros gracias a Dios somos fuertes, pero sinceramente le digo que esto ha sido devastador para todos, especialmente para mis papás, pero la vida continúa”, dijo.
Elida dijo que ella se encargó de que el último regalo de su hermano llegara a manos de sus padres, pues tras recibir el carro de Abel sacó el aguacate y lo llevó hasta la casa de sus papás, en Las Brisas de Santa Cruz.
LEA MÁS: Gatilleros matan a balazos a conductor de camión que regresaba a su casa
“En la última conversación que tuvimos, él me había dicho que quería que el carro, que era lo único que tenía a su nombre, fuera de mis padres, entonces ellos se encargarán del carro y tomarán una decisión”, añadió.
Abel Peña Pomares falleció tras recibir cinco disparos entre la cabeza y el cuello.
— Informó el OIJ.
Alegre y buen hijo
Abel, quien se ganaba la vida como agricultor en la finca de sus padres, es recordado como un hombre muy alegre, al que le encantaba salir y compartir con sus amistades.
“Él era muy alegre, le gustaba vacilar mucho y salir a tomar, vivía su vida intensamente, pero era una persona muy tranquila, que no tenía problemas con nadie”, dijo su hermana.
Sus familiares también lo recuerdan como un hijo ejemplar, que siempre se preocupaba por el bienestar de sus papás y que hacia hasta lo imposible para que no les faltara nada.
“Lo vamos a recordar como un buen amigo, un buen hermano y sobre todo como un gran hijo, siempre estuvo ahí para mis padres, él vivía para ellos dos.
LEA MÁS: Hombre es asesinado a balazos en Heredia
“Cuando mis papás tenían una emergencia o una cita médica él siempre estaba presente con su carro, siempre estaba disponible para ellos, algo por lo que yo siempre voy a estar agradecida con él”.
Según información del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Peña era padre de cuatro menores: dos niños de 12 y 13 años, y dos chiquitas de 6 y 9 años.
“Ya estamos haciendo las vueltas y los trámites para darle el último adiós”
— Elida Peña Pomares, hermana de Abel.
Amenazado
En cuanto al homicidio de su hermano, Elida contó que las autoridades no les han brindado mayor información, por lo que lo único que saben es lo que ha salido en los medios de comunicación.
“Sinceramente no tenemos información, no tenemos nada, estamos esperando a ver qué nos dicen las autoridades”, añadió.
Aunque su hermano era un hombre que no se metía con nadie, Elida recordó que la última vez que se vieron, este le comentó que había sido amenazado.
“A mí en lo personal él sí me había comentado algo, el pasado 13 de setiembre, que fue cuando compartimos por última vez, me dijo que tenía una cierta amenaza por ahí, pero nunca pensamos que se haría realidad.
“No comentó la razón de esa supuesta amenaza y no le creí porque él andaba tomando, entonces lamentablemente no le creí”, explicó.
Elida y su familia le piden a las autoridades que no se olviden del caso de su hermano y que hagan todo lo posible por detener a los responsables y llevarlos ante la justicia.