Los hijos de doña Ruth Araya Hernández tenían planeado organizar un desayuno sorpresa el próximo domingo 2 de julio para celebrar su cumpleaños número 68; sin embargo, una tragedia se interpuso en esos planes.

Doña Ruth fue sorprendida por la muerte el pasado viernes 23 de junio, pues tras salir de una cita médica, en el hospital Calderón Guardia, fue golpeada por un tren. Al parecer, la señora no se percató que se acercaba a ella cuando iba cruzando la línea férrea.

Karla Araya, hija de doña Ruth, conversó con La Teja y nos contó que su mamá hubiera cumplido 68 años este miércoles 28 de junio, por eso ella y sus hermanos ya estaban pensando la forma de celebrarle.

“Hoy (miércoles) es un día un poquito duro para nosotros, porque ella hoy estaría de cumpleaños, estaría cumpliendo 68 años. Nosotros teníamos preparado un desayuno para este domingo, era una actividad sorpresa para ella”, contó Karla.

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“Ella era una mujer superalegre, le encantaba bailar, cantar, hablaba con todo el mundo”

—  Karla Araya, hija de doña Ruth.

Araya dijo que uno de sus hermanos sugirió comprar un queque y cantar cumpleaños en honor a su mamá, pero para ella es muy difícil, pues la pérdida ha sido un golpe demasiado duro.

“Al final estamos todos reunidos y vamos a sacar algo dulcito, porque ella era supergolosa, para compartir entre nosotros y hacerle algo. Ella siempre nos enseñó que el dolor de uno tenía que ser el dolor del otro, la alegría de uno tiene que ser la alegría del otro, así también se los enseñó a sus nietos”, destacó.

Estaba escrito

Karla explicó que el fatal accidente ocurrió cuando su mamá iba de regreso a su casa en Zapote, tras haber asistido a una cita médica. Doña Ruth vivía con su otra hija, Dylana Araya.

Tras el accidente se dio a conocer una versión extraoficial que señalaba que doña Ruth tenía una discapacidad auditiva y que por eso no se percató de que el tren se acercaba a ella, pero su hija descartó tal versión.

“Mi mamá no tenía ningún tipo de discapacidad. Nosotros queremos pensar desde la fe, de ella y su amor a Dios, que era el día que le tocaba, ese día estaba escrito para ella, y que Dios, en su infinito amor y misericordia por ella, la cegó y la ensordeció, porque era lo que tenía que pasar ese día”, explicó Karla.

Según su hija, doña Ruth era una mujer muy independiente, siempre asistía a sus citas e incluso se ofrecía a ayudar a sus seres queridos a sacar citas cuando no podían.

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También comentó que ella solía salir mucho de su casa motivada por esa gran pasión que sentía de ayudar a las personas que más lo necesitaban.

“Ella andaba en su labor, puede decirse de misión, ella había sentido en su corazón que Dios le había dado para andar ayudando al prójimo”.

“Ella era nuestro apoyo, nuestro bastón”

—  Karla Araya, hija de doña Ruth.

Mamá y abuela ejemplar

Doña Ruth es recordada como una mamá ejemplar y una abuela muy amorosa, hacía hasta lo imposible para ayudar a sus hijos y nietos. Para ella su familia siempre fue su prioridad.

“Como mamá fue maravillosa, incondicional, ella era la que nos resolvía todo y como abuela no hay palabras, cada uno de sus nueve nietos fue un gran orgullo para ella. Puedo contar que para el nacimiento de cada uno sacaba una semana completa de vacaciones para venirse a cuidarlos.

“Mi mamá era una mujer muy ejemplar, muy llena del amor de Dios, siempre dispuesta a ayudar a quien la necesitaba”.

—  Karla Araya, hija de Ruth.

La señora también es descrita como un verdadero ejemplo de superación, pues empezó a trabjar desde los 8 años y aunque solo llegó a sexto de escuela logró forjarse una carrera profesional con la cual logró pensionarse.

“Desde que tenía ocho años limpiaba casas, luego trabajó muchísimos años como salonera en restaurantes chinos, ya después los últimos años estuvo en una empresa en la parte de servicios generales, luego la pasaron al área de archivos y ahí se pensionó como asistete administrativa en recursos humanos”, contó su hija.

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Muy querida

En medio del dolor tan grande que sienten por la muerte de su madre, los hijos de doña Ruth han encontrado fortaleza en las muestras de cariño que decenas de personas les han hecho llegar.

“Solo podemos agradecer por el apoyo que nos han dado, el amor que le tenían a ella, eso nos ha llenado de mucha paz y nos ha confortado muchísimo. Ver esa iglesia y la capilla de velación a reventar, eso nos ha dado una paz increíble, ver todas esas muestras de cariño hacia nuestra mamá”.

Según Karla, su mamá se ganó el corazón y el cariño de muchísimas personas gracias los actos llenos de bondad que siempre realizaba y de los cuales nunca hablaba.

“De hecho ahora con todo esto que sucedió nosotros nos hemos dado cuenta de muchas cosas que ella hacía, tal y como lo mandaba Dios, sin que las demás personas se dieran cuenta”.