De manera puntual y durante tres meses los hijos del finquero sancarleño Jorge Eduardo Jiménez Berrocal se mantuvieron al tanto del juicio de su padre, a quien asesinaron de manera atroz.
El responsable de arrebatarle la vida a Macho, como le decían de cariño, fue su propio hermano, Luis Antonio Jiménez Berrocal, conocido como Luigi y de 56 años, a quien condenaron a 35 años de prisión, a finales de mayo del 2023 en el Tribunal Penal de Goicoechea, San José.
En este proceso aún falta enjuiciar a otro hermano del fallecido conocido como Calica, quien en apariencia también habría participado en ordenar el homicidio.
Casi 15 días después de escuchar la sentencia los hijos de la víctima siguen enfrentando el proceso, pues aseguran que no ha sido fácil; sin embargo, viven el día a día con los buenos recuerdos que les dejó su padre.
Gabriela, una de las hijas de Jorge, lo recordó como la persona que les enseñó a trabajar, ser exigentes, pero ante todo recuerda al hombre alegre y siempre entregado a sus hijos.
“Desde pequeños vimos su ejemplo y obtuvo nuestra admiración. Apenas saliendo del colegio nos dio oportunidad de trabajar a su lado y así, gracias a Dios, pudimos acompañarlo y compartir más tiempo con él. Un hombre que nos enseñó a ser valientes y resilientes.
“Un papá que era nuestro amigo, guía y consejero, para cada cumpleaños nos escribía mensajes motivadores y cariñosos”, recordó la hija.
Ella manifestó que sus padres se divorciaron, pero recuerda como su papá siempre buscaba la unión familiar y estar pendiente de las necesidades de la mamá de sus hijos; por estas razones y otras es que lo honran y decidieron estar día a día en el debate por su muerte.
“Amaba a su familia y promovía desayunos todas las semanas en los que aprovecha para ver si nuestra mamá necesitaba algo, además de darnos la oportunidad de tener una familia unida a pesar de estar divorciados.
“Un hombre al que admiramos por sus grandes fortalezas y al que con nuestra lealtad y respeto queremos demostrarle un amor eterno que traspasa este mundo”, señaló Gabriela.
Sufrimiento notorio
Las juezas Cinthia Ramírez Angulo, Amelia Robinson Molina y Laura Chaves Lavagni señalaron que notaron la presencia de los hijos durante los tres meses que llevaron el debate.
“Durante este debate que se celebró por cerca de tres meses tuvimos día a día la presencia de los hijos de don Jorge Jiménez Berrocal, quienes no solamente a través de sus declaraciones, sino a través de su presencia en el juicio pusieron de manifiesto el dolor que han sentido y el cambio tan importante en sus vidas en virtud de la muerte de su padre.
“Cuando una persona fallece inclusive en términos naturales genera un dolor a las personas que lo quieren, que están a su alrededor, pero en este caso en particular a su padre lo mataron por un acto sumamente violento y repentino”, dijo la jueza Cinthia Ramírez.
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La jueza agregó que durante el debate escucharon sobre el sufrimiento que los hijos y nietos de la víctima afrontaron.
“Fue claro el sufrimiento que reflejaron (los hijos) al recibir una llamada donde se les indica que su padre había fallecido.
“Sufrimientos injustos que claramenten tuvieron que vivir a causa de las acciones que ya venía anunciando el aquí encartado (Luigi)”, agregó la jueza.
A raíz del homicidio de su papá, los tres hijos cambiaron sus estilos de vida, hasta los domicilios y ni siquiera sienten paz de caminar libres por las calles del país.
Justamente ese miedo lo sienten porque al papá lo mataron desde una calle muy transitada, el 30 de enero del 2015, en un parqueo frente a la clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás, San José por dos sicarios que nunca fueron detenidos.
Las juezas concluyeron que Luigi le pagó a estos sicarios para acabar con su propio hermano motivado por la avaricia a raíz de unas propiedades que peleaba, se trató de unos hermanos que tuvieron de todo menos lo más importante, el amor y ayuda entre su propia sangre.