Un muchacho de 25 años experimentó la situación más difícil de su vida este fin de semana, pues lleno de impotencia y desesperación tuvo que ver cómo su padre perdió la vida de forma trágica en el lugar que él más amaba.
Esa es la tragedia que golpeó a la familia de Juan José Solís Solís, de 43 años, el hombre que la tarde de este domingo 6 de octubre falleció tras ser arrastrado por la corriente del río La Roca, en Pejibaye de Jiménez, en Cartago.
Doña Teresita Solís, mamá de Juancho, como le decían de cariño a Solís, contó a este medio que Juan José se encontraba en ese lugar acampando con su hijo mayor y la novia de este.
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“Le encantaba el río, mojarse, nadar, nos decía que el río le daba unas vibras muy positivas”.
— Doña Teresita Solís, mamá de Juan José.
De acuerdo con la información brindada por la Cruz Roja, la situación ocurrió a eso de las 11:30 a.m. de este domingo cuando, en apariencia, Juan José intentó cruzar el mencionado río y cayó dentro de una poza, luego de eso, sus seres queridos no lo observaron más. El cuerpo de Solís fue encontrado hasta horas de la tarde.
“La benemérita fue alertada sobre un accidente acuático, inmediatamente se movilizaron ambulancias de la provincia de Cartago y equipo especializado de San José. Con personeros de kayakistas y balseros de la zona se hizo una búsqueda y se localizó el cuerpo, el cual fue llevado a una zona segura para ser entregado a las autoridades”, detalló Mauricio Mendoza, coordinador operativo de Cruz Roja.
El lugar que más amaba
En medio del enorme dolor que siente por la muerte de su adorado hijo, doña Teresita contó que el único consuelo que le queda es pensar que Juan José murió en el lugar que más amaba.
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“Él era un amante de la naturaleza, por eso murió ahí en el río. porque todos los fines de semana se iba para allá a disfrutar de ese río en Pejibaye, todos los fines de semana iba ahí, esa era la vida de él”, agregó Solís.
La señora dijo que la última vez que vio a su hijo, quien vivía con ella en Yerbabuena, en San Rafael de La Unión; fue el pasado sábado cuando él llegó a despedirse de ella para irse a acampar al lugar donde terminaría perdiendo la vida.
“Yo siempre le decía que disfrutara bastante donde fuera que estuviera, que disfrutara porque eso era lo que le gustaba a él, que aprovechara todo lo que pudiera. Mi hijo murió haciendo lo que amaba, porque le encantaba el río y acampar en la naturaleza”, destacó la señora.
“El sábado que nos despedimos, que fue ya cuando él se fue para Pejibaye, salió el sábado a acampar y ya el domingo fue que pasó eso”.
— Doña Teresita Solís.
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Un gran papá y un buen hijo
Juan José es recordado por sus seres queridos y amigos como un hombre de gran corazón y muy humilde, quien con su forma de ser se ganó el corazón de muchísimas personas.
“Fue un hijo muy especial, tengo tres hijos y todos son diferentes, pero él era muy especial conmigo, humilde, muy cariñoso y atento con todos nosotros. Él era muy querido por todos, tenía muchas amistades en todo lado”, mencionó su madre.
Además del hijo que lo acompañaba cuando ocurrió la tragedia, Juan José era padre de una muchacha de 22 años, y según la madre de Solís, él siempre se preocupó por ser un buen padre para ambos muchachos.
Solís trabajaba en una fábrica dedicada a la elaboración de pinturas y tintes, además era un amante de las motocicletas.