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Doña Ester Hernández González, de 48 años, será recordada como una madre amorosa, humilde y muy respetuosa. A ella un hombre le arrebató la vida la mañana del viernes 23 de setiembre en Golfito.
Este sábado en la comunidad de Guaycará de Río Claro se preparan para velar a la querida vecina.
Fabián Hernández es el menor de los cuatro hijos de doña Ester y él nos contó que están con el alma destrozada por la salvajada que sufrió su mamá.
“Mi madre era muy querida en el centro del pueblo, ella no le hacía daño a nadie, era una persona respetuosa, humilde, no se metía con nadie, si le pedían un favor ella se lo hacía. Era una mujer muy valiente y le gustaba tomarse sus traguitos, pero nunca le hizo daño a nadie, era muy alegre”, dijo Fabián.
Él nos contó que su mamá a veces salía, pero siempre regresaba a su casa y así lo intentó este viernes, día en el que fue asesinada a tan solo cinco cuadras de llegar a su casa, en las afueras del restaurante Victoria.
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Una cámara de seguridad registró el asesinato de Ester, el OIJ indicó que ella fue aparentemente estrangulada, tenía marcas en el cuello y golpes en varias partes de su cuerpo.
A Hernández la encontraron varias personas de la comunidad, quienes dieron aviso a la Cruz Roja, pero cuanto esta llegó ya no había nada que hacer.
Los investigadores revisaron las cámaras del lugar y, además, de ver la salvajada que le hicieron a la señora para acabar con su vida, lograron ver al sospechoso y se pusieron a buscarlo.
El viernes a las 11 a.m en el barrio La Unión, en Corredores, el sospechoso de apellido Hernández, de 51 años, fue detenido. Hernández tiene antecedentes por portación ilegal de arma permitida, amenazas y homicidio simple.
“Hoy digo que Dios existe y está haciendo justicia, en el lugar había cámaras y dieron con el hombre. Esperamos que las autoridades de este país hagan justicia, ya que ese señor ya había cometido otros delitos según tenemos entendido. Queremos que se haga justicia y que ninguna mujer más sea asesinada”, dijo Fabián.
El joven, de 21 años, aseguró que aparentemente su mamá y el sospechoso eran amigos, porque él ya lo había visto y no le daba “buena espina”. Además, no era una persona de la comunidad sino que apareció de un día a otro y les vendía tiquetes a los inmigrantes.
“Ese día (viernes 23) mi mamá le dijo a un amigo que ella tenía miedo y él me comentó que él le respondió que al que tenía que tenerle miedo era a Dios. Ese día ella iba camino a casa, ella siempre usaba esa ruta para llegar, pero le arrebataron la vida”, dijo el muchacho.
Al parecer, doña Ester tenía miedo del sospechoso, pero se desconoce si el sujeto ya había intentado hacerle algo.
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Su hijo nos contó que a doña Ester sentía mucha ilusión de tener una casita propia, pero le arrebataron esa ilusión que le hacía brillar sus ojitos.
Este domingo 25 de setiembre Ester será despedida en el cementerio de la comunidad.
“El pueblo la va a extrañar hoy deja un gran vacío en un pueblo, como también en muchos corazones, mi madre fue una gran mujer”, concluyó el joven.
El sospechoso permanece a las órdenes del Ministerio Público, aunque trascendió que ha sido investigado por agresiones contra otras dos mujeres, pero esa versión no ha sido confirmada por las autoridades.
