“Mi papá nunca tuvo ningún otro enemigo más que sus dos hermanos”.
Esas fuertes palabras se escucharon en la sala 13 del Tribunal Penal de Goicoechea, donde se desarrolla el juicio por el homicidio del finquero Jorge Eduardo Jiménez Berrocal, conocido como Macho Jiménez.
Jorge Jiménez Romero, hijo del fallecido, fue quien las declaró en el debate este jueves 9 de marzo.
Él es el primer testigo de este juicio que comenzó el 22 de febrero anterior; sin embargo, estaba en una etapa privada, ya que el Tribunal se dedicó a escuchar unos audios de la investigación.
El acusado por este hecho es un hermano del fallecido, también de apellidos Jiménez Berrocal, de 56 años. Otro hermano, con los mismos apellidos y quien en la actualidad tiene 67 años, no está en el juicio pues lo declararon con incapacidad sobrevenida (es decir, incapaz de enfrentarlo), al parecer por un problema de salud mental.
La Fiscalía acusa a este sujeto por homicidio calificado.
En apariencia, los hermanos mantenían problemas desde años atrás por cuestiones económicas, por tierras, sociedades y otros negocios familiares, lo que los llevó a dividirse.
La víctima fue asesinada de múltiples balazos el 30 de enero del 2015, en un parqueo frente a la clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás. En ese momento tenía 56 años.
Él se encontraba en ese sitio cerrando la venta de un carro cuando unos pistoleros a bordo de una moto le pasaron disparando sin piedad alguna.
Amenazas
Jorge, hijo del fallecido, le dijo a las juezas que 16 días antes de este ataque, el 14 de enero del 2015, su padre imploró por protección, debido a las supuestas múltiples amenazas de muerte que había recibido por parte de sus hermanos.
En su testimonio dijo que en cuatro ocasiones ya lo habían intentado matar, fue hasta la quinta que se los arrebataron de sus vidas.
“Mi padre estando en San Carlos ve la agresión de (nombre del hermano de su papá) Jiménez Berrocal a un tercero, Cristhian Amores. Recibe (el papá) una amenaza (que le mandó a decir el hermano) que decía: ‘Si se hubiese metido también lo mata, ganas le sobran’”.
“Posterior a ese hecho se abre un proceso por la tentativa de homicidio contra Jiménez Berrocal. Don Cristhian ofrece de testigo a mi padre, él va el 14 de enero del 2015 a los Tribunales de San Carlos y narra lo que vio”, recordó el hijo del fallecido.
Estando en esos Tribunales, el finquero imploró por ayuda debido a las supuestas amenazas que recibía por parte de su hermano.
“Para ese entonces, él (papá) había interpuesto más de ocho denuncias en la Fiscalía de San Carlos sobre atentados, sobre amenazas de muerte, pidiendo ayuda, investigación. Entonces en su frustración, porque este carajo lo sigue amenazando, aprovecha e interrumpe y gracias a Dios que le permitieron hablar (durante el juicio por la supuesta agresión a Amores), porque mi padre 16 días antes (de ser asesinado) dijo quién lo quería matar”, señaló el hijo del fallecido en su testimonio.
La víctima identificó al agresor como su hermano y dijo que era una persona que no le tiene respeto a la autoridad ni a la vida humana. Hasta ofreció a un testigo, no obstante, la Fiscalía no habría hecho nada y al finquero lo mataron dos semanas después.
Cuando el testigo declaraba estos hechos que dijo su padre, le fue inevitable llorar al recordar todos los procesos que hicieron para resguardarle la vida. Incluso hasta se había ido a vivir a Orlando, Florida, en Estados Unidos, por seguridad.
No obstante, regresaba a escondidas porque quería ver a su familia y además soñaba con recuperar su vida libre y algún día la paz con sus hermanos.
“A mi papá lo asesinaron unos sicarios, unos cobardes detrás del dinero, para callarlo, pero Dios sabe muy bien que él tuvo la oportunidad de hablar antes y dejar todo claro, porque aquí van a venir a inventar sobre otros enemigos y no es verdad, mi papá nunca tuvo ningún otro enemigo más que sus dos hermanos”, exclamó el testigo.
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Problemas viejos
Leonel Villalobos Salazar, defensor del acusado, le afirmó a La Teja que cree en la inocencia de su cliente y dice que es lo que demostrará en el debate, pues según él, lo señalan por problemas anteriores que tuvieron.
“Estoy absolutamente convencido que él no tiene ninguna relación con el homicidio. Él nunca ha manifestado que le dolió la muerte de su hermano, no, él ha manifestado que tenía problemas con su hermano, pero que nunca lo mató”, dijo Villalobos.
Los sicarios no han sido detenidos por el OIJ, a ellos les habrían pagado 25 millones de colones. De momento solo el hermano enfrenta el proceso por ser acusado de ordenar la muerte de su pariente.