María Salazar Bonilla y Marlen Mclelland Jiménez son vecinas de Alajuela, no se conocían hace un mes y sus vidas se cruzaron de una manera que jamás hubiesen querido.
Ambas perdieron el rastro de sus madres, quienes esta semana cumplirán 30 días de estar desaparecidas.
Estas dos muchachas viven en carne propia el dolor y lo único que quieren es que las autoridades judiciales las ayuden a recuperar a sus mamitas, saber en dónde están y así volver a tener un poco de paz entre tanta incertidumbre.
La primera en perderse fue Rosa Marcela Salazar Bonilla, de 47 años, mamá de María, ella cumplirá este lunes 22 de mayo un mes desde que fue vista por última vez.
Rosa Marcela salió de su casa, en Tuetal Norte de Alajuela, el sábado 22 de abril anterior, a las 4:20 a.m., iba hacia su trabajo en un supermercado.
Una testigo le aseguró a María que vio a su madre bajarse del bus de Pueblo Nuevo de Itiquís, en el centro de Alajuela, iba escuchando música y de ahí no se sabe nada más, es como si la tierra se la hubiese tragado.
A la familia le extraña que se habría bajado unas paradas antes de la que debía hacerlo.
Rosa Marcela no llegó al trabajo y tampoco volvió a comunicarse con sus hijos, ni siquiera hubo una llamada para el cumpleaños número 23 de una de sus hijas, que los cumplió el 2 de mayo, otro hecho que confunde a la familia porque nunca se perdía una oportunidad para felicitar a sus retoños.
“Mi mamá jamás se iba de la casa, ni siquiera puedo decirle que ella se hubiera ido alguna vez con las amigas a la playa.
“Siento impotencia de no poder ayudarla, de no saber nada, hemos salido a buscarla, pero nada, en la casa está todo lo de ella”, aseguró la hija.
María hasta les dijo a sus hermanos que descargaran una aplicación para ella estar viendo por dónde andan, porque teme que otro ser querido desaparezca.
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Planeaba visitar a hija y nieto
Dos días después de la desaparición de Rosa Marcela, también se perdió el rastro de Dunia Jiménez Yasling, de 49 años. Ella fue vista por última vez el lunes 24 de abril, es decir, el próximo miércoles también cumplirá un mes de desaparecida.
Dunia vive en Brasilito de Santa Cruz, en Guanacaste, donde tiene una casa de alquiler.
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Marlen, la hija, se enteró que pasaba algo con su mamá porque un amigo que vive con Dunia le dijo que tenía dos días de no verla.
“Hablamos dos días antes que desapareciera, quedamos en que iba a venir a mi casa en Alajuela y que yo la iba a ir a recoger a Guanacaste, pretendíamos pasar juntas el fin de semana largo que se acercaba (por el 1º de mayo).
“Después de lo que me dijo el amigo, comencé a llamarla, mandarle mensajes y no hubo respuesta”, expresó.
Ella asegura que tampoco es normal que su mamá no conteste las llamadas.
Se entienden
María, la hija de Rosa Marcela, fue quien contactó a Marlen al ver que ambas atravesaban una misma incertidumbre.
“A raíz de está situación fue que Mari me escribió y me dijo que entendía por lo que yo estaba pasando, que la mamá es supercasera, que trabaja, le dije que ella me podía comprender, nos tenemos ahí y a veces nos comunicamos.
“La he aconsejado de que busque en el correo de Gmail las rutas que la mamá de ella hizo, esto si tenía la contraseña, pero le pasó lo mismo que a mí y nos parece mentira, ambas tenían poco de haber cambiado de celular y los nuevos recorridos no están registrados.
“A mi mamá le registró todo hasta el 19 de abril, pero como cambió de cel, parece que no le activó las ubicaciones. Si alguna de nosotras hace algo diferente nos tratamos de dar alguna ayuda”, manifestó Marlen.
Por su parte, a María le llama la atención que ambas madres sean de edades parecidas.
“Ellas tienen poquitos días de diferencia de desaparecidas, me llama la atención que sean de edades similares y que de ninguna de las dos haya razón alguna”, dijo Salazar.
La familia de Dunia espera que el OIJ pronto les señale a quién pertenecen unos restos óseos carbonizados que aparecieron el miércoles 10 de mayo en playa Punta Loros, conocida como Punta Pelencho, esperan que no sean de su mamá.
Marlen y María tienen la fe de volver a tener junto a ellas y todos sus familiares a sus dos mamás.
Si usted ha visto o sabe dónde están Rosa Marcela Salazar y Dunia Jiménez llame a la línea confidencial 800-8000-645 del OIJ.