No hay día en el que Karina Picado no piense en su amado padre, don Santiago Picado Fernández, de 65 años y quien murió debido a la golpiza que, sin motivo, le dio un hombre.
“Quiero que se haga justicia porque hoy mi familia lo tiene que llorar. Él no se fue, nos lo arrebataron, y no queremos que otra familia tenga que pasar por lo mismo”, dice Karina.
Don Santiago, muy conocido en Puntarenas por ser uno de los mejores relojeros locales, fue atacado la tarde del martes 27 de octubre luego de que por poco es atropellado por el carro en el que viajaban los sospechosos de quitarle la vida.
“Los ocupantes de ese carro le gritaron una gran cantidad de insultos y no quedando satisfechos con eso uno de ellos se bajó y le dio una golpiza que le provocó la muerte”, detalló Carlos Villalobos, subjefe del OIJ de Puntarenas
Don Santiago luchó con todas sus fuerzas y se aferró a la vida, pero perdió la batalla el martes 6 de noviembre en el hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas.
El OIJ investiga a dos sospechosos, que son de apellidos Cortés Sirias y Narváez Arana.
Terrible noticia
Karina contó que su papá había nacido en Guanacaste, pero por cosas de la vida se fue a vivir a Puntarenas en 1992 y decidió continuar con el negocio familiar, así que abrió una relojería y joyería.
“Él había sufrido tres derrames y aun así, con su edad y todo, siempre fue muy independiente. Mi papá se recuperó de los derrames con tal de ir a trabajar, porque le gustaba sentirse útil”, cuenta la hija.
Karina recuerda que ella estuvo con su papá pocos días antes del ataque, le estaba ayudando con unas vueltas para que le dieran la pensión.
“Ese día (del ataque) me llamó mi tío que trabaja ahí cerca y me dijo que a mi papá lo habían golpeado. Todos pensamos que había sido un accidente de tránsito”.
Minutos después Karina se dio cuenta de lo que realmente había pasado y no podía creer que una persona pudiera haber golpeado con tal furia a un adulto mayor indefenso.
“Lo golpearon y lo patearon muy fuerte, principalmente en el estómago y en la cabeza, las fracturas las tenía en el cráneo. Nos dijeron que él, ensangrentado y golpeado, le decía a la gente: ‘ayúdeme a levantarme, estoy bien, yo nada más me limpio y me voy’”.
Último adiós
Karina pudo ver a su papá hasta la mañana del jueves 29 de noviembre, pero solo estuvieron juntos 10 minutos. Ella decidió aprovechar ese tiempo para decirle cuanto lo amaba porque el pronóstico de los doctores no era nada bueno.
“Aunque no abrió los ojos yo sabía que me escuchaba, me enfoqué en decirle lo mucho que lo amábamos, que toda la familia estaba orando por él.
“Como no sabía si eran los últimos diez minutos que íbamos a estar juntos igual me despedí, le dije: ‘pa, si ya tiene que descansar, tranquilo, sus hijas están grandes, sus nietos están grandes, de todo nos vamos a encargar’. Él nunca despertó”.
Don Santiago fue enterrado pocos días después en su natal Tilarán. Su hija dice que deseaba que él regresara a su hogar, pero no de esa forma.
Piden justicia
Karina contó que una de las cosas más dolorosas ha sido ver a su abuelita, doña Emelina Fernández, de 89 años, llorando la muerte de su hijo.
“Hay una madre por la que nosotros queremos que se haga justicia.
“Queremos justicia terrenal, estamos seguros de que de la justicia divina (los sospechosos) no se van a librar”.
Investigados
El OIJ informó que pocos días después del ataque un hombre de apellidos Cortés Sirias fue detenido en en el barrio Fray Casiano, en Puntarenas; lo agarraron por ser sospechoso de manejar el carro que casi atropella a don Santiago.
“El viernes 13 de noviembre, a las 10:30 de la mañana, el carro sospechoso fue encontrado debido a que el dueño de un taller en Naranjo, Alajuela, nos indicó que se lo habían vendido para repuestos”, dijo el subjefe del OIJ de Puntarenas.
La Fiscalía de Puntarenas confirmó que a Cortés le recetaron tres meses de prisión preventiva el 11 de noviembre.
El Ministerio Público también investiga a un hombre apellidado Narváez Arana, detenido por el OIJ el 18 de noviembre en Caldera.
En apariencia, él habría sido quien golpeó a Picado.
“Debido a que Narváez cuenta con todos los arraigos procesales requeridos (laboral, familiar y domiciliar), la Fiscalía solicitó contra él las medidas cautelares de mantener domicilio y trabajo fijos y firmar cada quince días; el Juzgado Penal de Puntarenas coincidió con el criterio del Ministerio Público y otorgó dichas medidas”, informó la Fiscalía.