Un bombero y su hermana se encontraron con un abrazote y mucha emoción, después de toda la vida de estar separados.
Hablamos del joven nicaragüense de 19 años, Lázaro Hernández y doña María Hernández, de 46 años, quienes el pasado domingo 23 de julio se reunieron gracias a la ayuda de los bomberos de Coronado.
El muchacho vino al país para ser parte del “Desafío Bombero”, el cual se celebró el mismo domingo del encuentro, en el centro comercial Paseo de las Flores. Esta competencia contó con la participación de rescatistas de El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
Según explicó Lázaro, apenas se dio cuenta de que venía para Tiquicia le avisó a su hermana para que llegara a verlo.
El joven apagafuegos habló con el jefe de la estación de bomberos de Coronado, José Ureña, quien le ayudó a oficializar el encuentro en su delegación.
Lázaro dijo que si bien tenía contacto con María por redes sociales y hasta la había visto por videollamada, esta era la primera vez que la pudo tener de frente.
“Cuando nos vimos lo primero que hicimos fue darnos un abrazo, en ese momento pudimos sentir ese calor de hermanos. A mí me dio ganas de llorar, pero me hice el fuerte, porque no quería que fuera un rato triste.
Después del encuentro, los Hernández fueron a comer a un restaurante, donde hablaron de su familia, de la vida y de la posibilidad de seguir viéndose en el futuro.
Junto a los hermanos Hernández, estaban sus sobrinos y su tío Ramón Escobar, quien se hizo cargo de María y de Leonardo (otro hermano de Lázaro que no pudo llegar al encuentro) después de que huyeron de Nicaragua durante la Revolución Sandinista, en 1979.
“María se fue de Nicaragua a los 8 años y Leonardo, de 5, porque la situación que había en ese momento era muy difícil. Después de eso no volvieron. Mi mamá (Mirna Hernández) tiene 27 años de no ver a sus hijos, por lo que estamos tratando de ver cómo hacemos para vernos todos”, explicó Lázaro.
Lázaro comentó que él, María, Leonardo y su tío están haciendo todo lo que pueden para reunirse esta Navidad.
Por su parte, el jefe de Bomberos de Coro, José Ureña, dijo que está muy feliz de haber ayudado a que estos hermanos se reunieran después de tanto tiempo.
Rescatista nato
Lázaro explicó que desde que era pequeño sabía que quería ser bombero, por eso el 6 de enero del 2013 se unió a la brigada infantil en su natal Managua y apenas cumplió 16 años comenzó con el curso básico.
“Yo siempre quise ayudar a las personas y sabía que solo uniéndome a los bomberos lo iba a lograr”, agregó el joven.
El 14 de septiembre del 2016 el muchacho se convirtió en bombero oficial.