El cuerpo del empresario Stefano Calandrelli cumple este lunes un mes y cinco días de estar en la morgue judicial, en San Joaquín de Flores.
Los investigadores forenses confirmaron semanas atrás que los restos hallados en el parque Braulio Carrillo el domingo 20 de mayo eran sin duda los de Calandrelli. Llegaron a esa conclusión por los estudios odontológicos y de las huellas dactilares que realizó el Archivo Criminal.
No obstante, un hermano del fallecido pidió hacer pruebas de ADN para confirmar al cien por ciento que se trataba de Stefano. Estos exámenes, que ya se hicieron, son la razón por la cual el cuerpo siga en el Complejo de Ciencias Forenses. Esto lo informó la oficina de prensa del OIJ.
El resultado de las pruebas de ADN fue recibido en la Sección de Patología el viernes 15 de junio. Esto permitirá que siga el proceso para entregar los restos, algo que ocurriría esta semana.
Calandrelli, quien tenía muchos años de vivir en Costa Rica, fue visto por última vez el lunes 14 de mayo cuando estuvo reunido con varias personas en el centro comercial Escazú Village, del cual era administrador. Luego llamó a un Uber que lo llevó hasta Heredia.
El OIJ difundió la fotografía del empresario para tratar de dar con él vivo lo antes posible; sin embargo, el esfuerzo no dio resultados positivos y el domingo 20 de mayo fue hallado sin vida a cinco metros de la baranda del puente sobre el río Sucio, en Guápiles. Estaba un montazal y cerca del cadáver había ropa, entre esta una camisa tipo polo con las iniciales S.C.
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Embajada y bufete retirarán cuerpo
Los familiares del comerciante autorizaron a personeros de la embajada italiana y a un bufete para que retiren el cuerpo.
Una versión conocida por La Teja dice que será incinerado y sus cenizas llevadas a Italia.
Trascendió que el viernes 25 de mayo, muchos de los allegados de Calandrelli le dedicaron una misa en la iglesia Don Bosco, en el barrio Don Bosco de San José, donde recordaron que era una persona luchadora y que amaba Costa Rica.
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Sospechosa dice ser enfermera
El OIJ identificó y detuvo a una mujer limonense de apellidos Smith Smith y 24 años como la carnada que atrajo a Calandrelli hasta Heredia por medio de una aplicación de contactos personales.
Smith fue quien, al parecer, invitó al comerciante hasta la casa que ella alquilaba en San Joaquín de Flores.
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Smith y una amiga suya de apellidos Vega Badilla y 19 años son las principales sospechosas de torturar y acabar con la vida del empresario en la casa de San Joaquín de Flores.
Smith decía en sus redes sociales que era enfermera; sin embargo, no aparece registrada en el colegio de estos profesionales. Los investigadores presumen que decía tener esa profesión como parte de su cuento para atraer a posibles víctimas. A las redes sociales subía fotos mostrando sus curvas y en la mayoría prefería no se le veía la cara.
Ambas mujeres descuentan prisión preventiva en la cárcel Vilma Curling, conocida como El Buen Pastor.
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Las autoridades identificaron a tres hombres que, en apariencia, buscaban favorecerse económicamente con el homicidio.
Ellos fueron identificados con los apellidos Vargas Cerdas, de 38 años; Rivas Suazo, de 22 y Mckenzi Banton, de 20. Los investigadores descubrieron que la mujer de apellido Vega y amiga de Smith Smith tenía una relación amorosa con uno de los sospechosos.
A este grupo de personas se le relaciona con otros casos similares en los que conquistaban hombres y luego les robaban.