Durante una conversación telefónica, uno de los hermanos de Jorge Jiménez Berrocal, el finquero y empresario asesinado en 2015, le habría confesado a este que fue él quien llevó a los sicarios que intentaron matarlo en su casa en el 2011.
Guido Zúniga Pérez, exempleado de Jiménez, dijo haber sido testigo de esa conversación entre Macho, como le decían a don Jorge, y un hermano de este conocido como Luigi, quien está enfrentando un juicio acusado por el homicidio del finquero, ocurrido el 31 de enero del 2015 en Cinco Esquinas de Tibás.
Zúñiga rindió su declaración en el juicio que se realiza en los Tribunales de Goicoechea, tras ser presentado como testigo del Ministerio Público y del abogado de la familia de Jiménez.
Según Zúñiga, quien trabajaba como chofer y encargado de mantenimiento de camiones, esa conversación entre los hermanos se dio poco después del atentado ocurrido en la casa de don Jorge, en Florencia de San Carlos, en el 2011.
Ese día unos sicarios ingresaron a la vivienda y agredieron a dos empleados de Jiménez; sin embargo, no pudieron acabar con la vida de Macho, pues este, por cosas del destino, decidió irse para San José esa misma noche, al parecer, porque tenía una reunión.
“En una ocasión, en el vehículo él (Jorge) iba conversando por altavoz con Luigi y él (Luigi) le reconoció que había llevado los sicarios detrás de la casa para enseñarles por dónde podían entrar.
“Don Jorge le dijo (a Luigi) que lo que le había dicho tenía que decirlo en el OIJ o firmar algún documento, pero Luigi dijo que le daba miedo traicionar a Calica (otro hermano de Jiménez que también fue investigado)”, contó Zúñiga.
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El exempleado explicó que tras el atentado, Jiménez aumentó las medidas de seguridad, por lo que siempre se desplazaban en vehículos blindados y antes de llegar a algún lugar daban varias vueltas para cerciorarse de que nadie los estuviera siguiendo.
“Don Jorge me ofrecía chaleco (antibalas) cuando salíamos, pero nunca lo usé, porque soy una persona que cree mucho en Dios y si llega la hora, llega”.
Zúñiga contó que conoció y empezó a trabajar con Macho en el 2009 y desde ese momento se enteró del conflicto que había entre este y sus hermanos, al parecer, por situaciones relacionadas a propiedades y acciones de empresas familiares.
“El propio Jorge me comentó que los mismos hermanos lo querían matar y que una vez que lo mataran a él, iban a poder hacer lo que quisieran con sus hijos”.