“Te quiero sin un seno, pero te quiero viva”, es una frase que aún le provoca lágrimas a la bombera Heylin Reyes Robleto, sobreviviente de cáncer de seno.
Esas nueve palabras se las expresó su hermano José Manuel Reyes por medio de un mensaje de texto, luego de que ella le dijera que los doctores del hospital Calderón Guardia le indicaron que debían quitarle el pecho izquierdo, con el fin de eliminar rastros de la enfermedad.
“Mi hermano tenía razón, sus palabras me dieron ánimo y me terminaron de llenar de coraje, me quitaron una parte, pero se sobrevive y aquí estoy”, expresó esta valiente bombera.
La corta frase también le mueve el piso a quienes tienen un allegado o han perdido a un ser querido por culpa de este mal, que no escoge edad, escolaridad, nacionalidad y actúa sin piedad. Como dice Heylin, es como sacarse una mala lotería.
Ella es la menor de cuatro hermanos, tiene 32 años y desde hace 10 es bombera voluntaria en la estación de Batán, Limón, por lo que ama entregar su vida para salvar a otros, sin importar que sean desconocidos.
Es necesario ser positivo
Esta bombera, en agosto anterior, ella se sintió una pelotita en el pecho izquierdo, sin embargo, no le dio tanta importancia porque andaba con el periodo, pero al mes siguiente la volvió a notar y estaba más grande.
“Ahí me di cuenta que esa pelotita en mi cuerpo no estaba bien, porque se sentía más dura y más grande. Conversé con mi pareja y mi familia y les dije que debía sacar una cita con un doctor privado para ver qué era lo que tenía”, contó.
El 1 de noviembre del año pasado se hizo el examen y 22 días después recibió los resultados de las autopsias. A partid de ahí inició la lucha contra el tumor, desde el hospital Calderón Guardia, donde recibió el tratamiento.
“Cuando recibí la noticia fue impactante, pero confié en Dios, porque sin él no se puede, mi familia también fue fundamental", manifestó la valiente.
De febrero hasta julio de este año recibió quimioterapia y el miércoles 28 de agosto anterior los doctores le quitaron el pecho izquierdo.
Ella fue el primer caso de cáncer en su familia.
“Para todos fue ‘¿por qué?’, pero no hay que buscar por qués, esto tiene un propósito, que me sucediera, ya que con coraje se afronta esta enfermedad.
"Todo está en la actitud, a uno lo imaginan demacrado, de la peor manera, pero cuando me veían me decían: ‘usted no parece que esté enferma’, pero eso fue porque desde el principio tomé la noticia de una manera positiva, es muy doloroso, sobre todo los primeros cinco meses, uno tiene derecho a llorar, pero esto debe ser un ratito y seguir adelante”, asegura la sobreviviente.
La bombera cuenta que en la segunda quimioterapia se le cayó el pelo y hasta hace mes y medio le comenzaron a crecer las cejas y pestañas, el pelito de la cabeza está corto, pero va en crecimiento.
“A mí se me empezó a caer el pelo el día de mi cumpleaños (4 de marzo), fue un momento muy impactante”, contó.
“¡Tócate!”
La sobreviviente del cáncer de seno aconseja que no hay que dejar de tocarse y autoexaminarse.
“Con lo mínimo extraño que sientan en su cuerpo lo mejor es acudir a un doctor, porque detectarlo a tiempo salva vidas. Uno dice que lo deja para otro día, pero esto no da tiempo, lo mejor es buscar un especialista, porque uno se puede salvar y luego dar testimonio de vida.
“Cuando me confirmaron que había un tumor, este media diez centímetros, era del tamaño de una naranja, con la quimio el tumor se minimizó, pero los doctores decidieron quitar el pecho para quitar toda célula mala y evitar que luego regresara”, mencionó.
Concluyó diciendo que no tener el seno izquierdo no la atrasa para nada, pues sigue su vida como antes del tratamiento. Ella espera que en cinco años le den de alta.
Heylin anima a todas esas valientes mujeres y hombres que están atravesando esta enfermedad, les manda fuerzas y les pide estar llenos de fe y positivismo, a pesar de la adversidad.