La vida del pequeño Jair Gatica, de 9 años, cambió por completo desde el sábado 15 de octubre del 2022, pues en ese día le arrebataron a su mejor amigo, su hermano Jafet, de 11 años, quien falleció tras ser atropellado por una pareja que viajaba en motocicleta.
“Él me dice que Jafet era su mejor amigo, que sin él no puede hacer nada, porque él era quien le hacía todo, en el sentido de que si quería una hamaca Jafet se la hacía. Me dice que ya ahora no puede hacer nada y ha estado demasiado deprimido”, contó Yeimi Campos Rodríguez, madre de los niños.
El trágico incidente ocurrió en San Miguel de Cariari, en Pococí de Limón, cuando los hermanitos y otros niños estaban sentados en una acera escuchando el culto que se realizaba en una iglesia evangélica de esa comunidad.
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Por ese hecho, la Fiscalía Adjunta de Pococí investiga a un hombre apellidado García por el delito de homicidio culposo y a una mujer de apellido Muñoz por el delito de falsedad ideológica, pue, al parecer, mintió al decir que ella manejaba la moto, todo para proteger al otro sospechoso.
Aunque ya han pasado tres meses desde el fatal hecho, el pequeño Jair aún no logra superar la muerte de su hermano, situación que tiene muy consternada a su madre, que ya no sabe qué hacer para ayudarlo.
“Nos dice: ‘¿Por qué Dios no me llevó a mi también?, ahora quedé aquí solo’, ha sido algo terrible”
— Yeimi Campos, mamá de los niños.
“Él está muy afectado y aquí en Guápiles no me lo atienden en psicología, porque dicen que no tienen citas y nosotros no contamos con recursos para pagarle un psicólogo aparte. Lo que hicimos fue meternos más en la iglesia y nos estamos fortaleciéndonos en el Señor”, dijo Campos.
Inseparables
Yeimi contó que Jafet y Jair siempre fueron inseparables, donde iba uno también iba el otro, por eso es que el día del accidente, Jair se encontraba sentado cerca de su hermanito; de milagro él no fue embestido por la moto.
Para Jair la muerte de su hermano fue como perder una parte de su corazón, pues ya no encuentra felicidad en lo que antes disfrutaba y no puede dejar de pensar en Jafet.
“Desde que Jafet murió él no habla con nadie, no se relaciona con otros chiquitos, dice que ya no quiere nada y desde que pasó eso solo fue a la escuela como cuatro veces y no quiso volver. Dijo que no quiere regresar, porque antes Jafet iba con él en bus y ahora se siente solo”.
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Campos dijo que este pasado martes fue especialmente difícil para Jair, pues al hablarle de regresar a clases se puso a llorar al recordar los planes que tenía con su hermanito.
“Lloró como nunca, porque le dije que había que ver cómo hacíamos para comprarle el bulto, pero él dijo que ya no quería nada. Eso es porque él y Jafet habían pedido que les comprara bultos iguales para ir a la escuela”.
Navidad sin alegría
No solo Jair carga con ese gran dolor; Yeimi y sus otros tres hijos, una chiquita de 4 años, una joven de 15 y un muchacho de 19 años, también sufren por la ausencia de Jafet. Ese dolor fue aún más grande en la pasada Navidad.
“Fue muy duro, porque con Jafet las navidades eran muy distintas, de todos mis hijos él era el que más llamaba la atención, porque todos los demás son muy calladitos, apagaditos, pero Jafet era de hablarle a todo el mundo. Entonces, él era quien le ponía emoción a la Navidad, pero ahora en diciembre fue fatal, yo no me podía levantar de la cama de la depresión”.
“Nunca me imaginé pasar una Navidad con uno de mis hijos en una tumba”
— Yeimi Campos, mamá de Jafet.
Campos contó que otra situación que le causa gran angustia es que están pasando por una situación económica muy difícil, por lo que no cuenta con los recursos para comprarles a sus hijos los útiles que necesitan para volver a clases.
Poco avance
A la angustia que siente Yeimi por la pérdida de Jafet y la situación que afronta con Jair, se suma la preocupación de ver el poco avance que muestra la investigación que se lleva contra la pareja sospechosa.
“La verdad es que yo no he podido hacer nada porque ellos (Fiscalía) me dicen que tengo que esperar, porque el muchacho está firmando y de la muchacha no sé nada. Cuando llamo a la Fiscalía lo único que me dicen es que llame a finales de febrero, no tengo respuesta de nada”, añadió.
Si usted desea ayudar Yeimi y a sus hijos puede contactarla al teléfono 8323-0753.
Según Campos, ella desearía contratar un abogado que se encargue de llevar su caso; sin embargo, ella afronta una situación económica muy difícil, por lo que se le hace imposible.
“Yo hablé de eso en la Fiscalía y me dijeron que ahí me ponían un abogado, un defensor público que iba a llevar el caso y que me iba a estar llamando, pero nadie me ha llamado y yo no quiero que me dejen ahí olvidada”.