El último recuerdo que dejaron los novios Adriana Liseth Mora Obregón, de 23 años, y Brandon Scott Valverde Mora, de 24, es que eran muy felices y soñaban con un futuro juntos.
Esa es la principal memoria que atesora Kembly Mora, hermana de Adriana, y así es como los quiere recordar.
Adriana y Brandon son parte de las víctimas mortales que ha dejado la ola violencia que hay en Costa Rica desde que inició el 2023, a ellos los asesinaron a balazos el miércoles 2 de agosto, a las 9 p.m., en La Cuesta de Corredores, en la zona sur del país.
Las causas del homicidio siguen bajo investigación, así como la búsqueda de los responsables del ataque.
“Casi que me atrevo a decir que el novio era uno de los hombres que más la había querido, que más la había chineado, ella estaba tan feliz con él, todo el tiempo vivía hablando de él”, recordó la hermana.
La última vez que Kembly compartió con Adriana fue para las vacaciones de medio año, cuando la fue a visitar en la zona sur y de paso conoció a su enamorado.
“Tuve la oportunidad de compartir con ellos unos días, fuimos a la frontera (Paso Canoas) a hacer compras. Y uno ve esos pequeños detalles, yo veía que él la chineaba tanto, él la consentía, veía lo feliz que él hacía a mi hermana.
“Era lo que más me gustaba de él, que siempre fue atento, le llevaba flores, chocolates, la andaba para arriba y para abajo. Si ella necesitaba cualquier cosa, a cualquier hora, él siempre estaba ahí para ella”, añadió.
Asegura que, por lo poco que conoció a Brandon, percibió que era un buen muchacho, ella no se explica por qué les hicieron daño y todo lo deja en manos de las autoridades.
Alegre
Además nos dijo que de su familiar solo tiene excelentes recuerdos, era su única hermana, la menor y a la que siempre le agradeció por ser amorosa. Adriana sí tenía otros hermanos por parte del papá y siempre fue chineadora con los más pequeños.
“Fue muy alegre, tenía su carácter, amaba a sus hermanitos y a sus sobrinos (mis hijos), eran como los ojos de ella.
“Era muy trabajadora, estudiosa, siempre fue muy empunchanda, era ceñida en obtener lo que ella quería. Siempre nos escribía a mi mamá y a mí para decirnos que iba pasando materias, que pronto iba a ser una contadora”, contó.
Agregó que siempre vivió pendiente de la mamá de ellas, era de regalarle cosas y la pasaba llamando solo para saber que estuviera bien.
Kembly le agradece a la vida que le permitió pasar muchos días con su hermana días antes de la tragedia, recuerda que la última vez que hablaron fue el lunes 31 de julio anterior cuando le contó sobre la fiesta de cumpleaños que le hicieron a un sobrino el día anterior.
“El martes no hablamos y el miércoles cuando le iba a escribir ya había pasado lo que pasó”, dijo con dolor.
LEA MÁS: Historia de amor de novios tuvo un mortal final
Ella se enteró al ver en Facebook la noticia en un medio regional de la zona sur, no le prestó mucha atención, pero en cuestión de minutos recibió la llamada más devastadora de su vida.
“Vi la noticia por Colosal informa, pero no le tomé importancia, luego me llamó la esposa del papá de mi hermana y me dijo que a Adriana le había pasado algo malo.
“Mi mamá llegó al lugar y luego me dijo que era cierto que la habían matado”, manifestó la familiar con voz quebrada al recordar los amargos momentos.
A Adriana la cremaron y sus cenizas las conserva la mamá.
Mientras que Brandon en apariencia fue sepultado en el cementerio de Darizara, entre Ciudad Neily y Paso Canoas.