Las autoridades de la Policía de Tránsito confirman que el pasado mes de julio fue el segundo del año en que más murieron en accidentes de tránsito y también aseguraron que hay una gran responsable: el exceso de velocidad.
Julio cerró con 46 muertos en carretera, 23 de esas muertes se relacionan directamente al exceso de velocidad, lo que representa el 50% del total de personas muertas para ese mes.
Julio registró, además, la segunda cifra más alta de fallecidos del 2023, detrás de los 52 casos de mayo pasado.
“Este resultado es de preocupación para las autoridades de Tránsito, ya que no es una excepción o una situación aislada, sino que el abuso de la velocidad se consolida como la principal causa de muerte en carretera, este año, con 132 decesos de los 296 fallecidos, es decir, el 45% del total.
“El año pasado fue, por primera vez, la principal situación de riesgo que más vidas cobró, también”, explica el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Mopt).
Para Felipe Venegas Vargas, jefe de Operaciones Policiales de la Policía de Tránsito, es un tema que debe ser prioridad y se viene trabajando en estrategias para minimizar este tema, que tanto dolor causa en las familias.
“Más operativos en carretera para el control de la velocidad debe ser un objetivo, comprendiendo que, si bien suelen ocurrir más de noche, cuando hay menos carros en las vías, y eso facilita el tentarse a acelerar, lo cierto es que las labores de vigilancia de día también son importantes, más en zonas alejadas donde hay menos tránsito y, con ello, más facilidad de acelerar libremente”, analizó y advirtió Venegas.
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Se vive en el país un aumento sostenido de estas muertes, desde abril, con 16 casos, en mayo sumamos 19, en junio 20 y ahora cerramos julio con 23.
“Debemos trabajar para revertir o desacelerar esas cifras, más visualizando el último bimestre del año, con tanta festividad, pero también hay que enfatizar en la educación, en la prevención, en la sensibilización sobre las implicaciones de este tipo de imprudencia, no solo por el riesgo propio, sino por las consecuencias económicas y penales que conlleva el ser responsable de una muerte de terceros inocentes, por este tipo de conducta”, asegura el jefe de Operaciones.