Gerardo Alonso Ríos Mairena, el único sospechoso de la masacre en la que murieron cinco jóvenes universitarios en Liberia el 19 de enero del 2017, asegura ser inocente.
Posted by La Teja on Friday, January 26, 2018
Este viernes en la tarde el sospechoso tomó la palabra y dijo: “Me declaró inocente de todo”.
El acusado mantuvo una risa burlona durante el juicio y eso molestó a los familiares de las víctimas, quienes se sintieron irrespetados.
También se mostraron disconformes con el resultado del debate de este viernes. Esperaban que los jueces dieran de una vez la sentencia; sin embargo, la decisión será dada a conocer hasta el próximo martes a las 8 de la mañana.
“Para nosotros es muy cansado estar viniendo toda la semana y ver a ese hombre (Ríos Mairena), sobre todo porque los familiares y allegados (a las víctimas) hemos respetado al sospechoso en todo momento, pero él no nos ha respetado a nosotros”, aseguró Flory Azofeifa, amiga de la familia de Ariel Vargas de 24 años, uno de los jóvenes asesinados.
“Verlo reírse a cada rato y golpear puertas habla mucho de la falta de sentimientos que él tiene”, agregó la mujer.
Los otros jóvenes atacados fueron Joseph Briones, de 22 años; Stephanie Hernández, de 23; Dayanna Martínez e Ingrid Massiel Méndez, las dos de 24 años.
Además fue atacada una adolescente de 14 años, pero ella logró sobrevivir y declarar en el juicio contra el acusado.
Piden mano dura
Al final de la tarde y por petición de la Fiscalía, los papás de las víctimas les pidieron uno a uno a los jueces que hicieran justicia por la muerte de sus muchachos y que le dieran a Ríos Mairena la pena máxima.
En el duro momento, los papás fueron tomando uno a uno el micrófono y entre lágrimas narraron el dolor que sentían por perder a sus hijos.
Al final del juicio los parientes de los universitarios abandonaron la sala lo más rápido que pudieron para evitar las preguntas de los medios de comunicación.
215 años para Ríos
Las fiscales del caso, Aymé Caravaca y Ligia Lacayo, fueron claras al pedirle al Tribunal 215 años de prisión contra el imputado. Aseguran que él es responsables de cinco homicidios calificados, una tentativa de homicidio y una violación contra una de las universitarias con la que estaba obsesionado y por la que habría entrado al apartamento.
La jovencita sobreviviente fue una de las piezas claves del Ministerio Público, ya les relató a los jueces el horror vivido la noche del 19 de enero del año pasado en el barrio La Victoria, en Liberia.
La joven contó que el hombre entró a la casa mientras todos dormían y luego de ordenarle a Ariel que amarrara a los demás los reunió a todos en un cuarto y los fue asesinando uno a uno degollándolos con un cuchillo.
Otras de las pruebas relevantes en el juicio fueron una huella de sangre del imputado que encontraron los agentes del OIJ en un apagador de luz del apartamento de los universitarios y rastros de sangre de Ríos en una funda.
La abogada contratada por la familia de Ariel para presentar una demanda civil pidió ¢20 millones por los daños morales que sufrió la familia del joven.
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En las conclusiones dadas por José Francisco Herrera, abogado del acusado, el defensor pidió que su representado sea absuelto de toda culpa porque dice que es inocente.
“Las pruebas dejaron de tener certeza cuando dos personas que vivían cerca entraron a la escena del crimen antes de que la Policía llegara.
“Las evidencias están contaminadas y para condenar a una persona a 250 años de la cárcel hay que tener certeza y en este caso no la hay”, aseguró.