Hace un año, Eliécer Alvarado Espinoza perdió a su amado hermano gemelo Bryan, de 21 años; sin embargo, ni siquiera la muerte los ha logrado separar pues ellos siguen reencontrándose en sueños.
Bryan fue la única víctima mortal del choque entre dos buses ocurrido el 10 de mayo del año pasado en la autopista General Cañas, al frente de la parada de Migración y Extranjería. El joven falleció un día después en el hospital México.
El accidente se dio cuando una unidad de Station Wagon (San José - Alajuela) chocó por detrás a un bus de Transportes Zúñiga (San José - Belén), del cual se iba bajando Alvarado. Producto del accidente, 39 personas resultaron heridas y fueron llevadas a distintos centros médicos.
Eliécer contó que este primer año sin su hermano ha sido muy difícil para él pues ellos tenían una relación muy especial, eran inseparables y, por ser gemelos, incluso había veces en que llegaban a sentir las mismas cosas.
Sueños los reúnen
Aunque ya no puede buscar a Bryan para contarle sus cosas o simplemente salir a caminar, Eliécer dijo que aún sigue viendo a su hermano muy a menudo pues él lo visita en sueños para ir a pasear a un parque o para mejenguear un rato.
“Desde que murió no he parado de estar soñando con él, gracias a Dios he podido hablar con Bryan en mis sueños, he podido abrazarlo y darle un beso, uno siente ese calorcito demasiado real, uno siente que realmente es él”, contó.
Alvarado dijo que al principio los sueños no eran muy bonitos ya que su gemelo casi no quería hablar y se veía muy agüevado, por lo que Eliécer le tuvo que decir que estuviera tranquilo porque todos lo seguían amando y nadie se iba a olvidar de él.
“Le he preguntado que cómo está y me dice que está lo mas bien y que ni quería venir (al sueño), que el de allá (Dios) le dijo que viniera un toque. Entonces eso le da mucha paz a uno de que él está en un lugar mejor. Yo le digo (a Bryan) que cuidado me lleva con él porque aún no es mi tiempo, porque tengo que dar testimonio y cuidar de mi familia”, detalló.
Año complicado
También contó que no solo él ha sufrido la ausencia de su gemelo, pues para su esposa, Lucy Valverde, quien conocía a Bryan desde hace 10 años, y sus dos hijos, Jefferson, de 9 años, y Dilany de 5, también ha sido difícil salir adelante después de una pérdida tan grande.
“Ha sido demasiado difícil, más para los chiquitillos que no comprenden estas cosas, ellos creen que no es vedad. A mi hija se le dio mucho, me preguntaba que cuándo su tío Ñiñi se iba a levantar del ataúd, que ya había estado mucho ahí, pero uno le explicaba que estaba en el cielo con Diosito y que no lo íbamos a ver más”, recordó.
La casa de la familia Alvarado se ha llenado mucha melancolía esta semana, pues nadie puede sacarse de la mente que este sábado se cumplirá un año de la partida del gemelo, motivo por el cual planean hacer un rezo en su recuerdo.
Revive la despedida
En estas fechas para Eliécer es inevitable recordar todo lo que vivió el día del accidente de su hermano, pues le parece como si hubiera sido ayer cuando se despertó con un vacío en el pecho y la sensación de que algo malo había pasado.
Luego de que se enteró que su hermano fue quien llevó la peor parte en el choque de los buses, Alvarado y su familia se fueron al hospital para acompañar a Bryan, pero pese al esfuerzo de los médicos ya no había nada que hacer por él.
“Una tía me dijo que me despidiera de él, porque eso es lo que estaba esperando para irse tranquilo. Le dije ‘Bryan, por favor descanse, gracias por enseñarme ese espíritu de lucha, pero usted ya dio todo lo que tenía que dar. Aí están nuestros papás y Dios esperándolo en el cielo, no tenga miedo y gracias por ser tan buen hermano, te amo mucho y no te voy a olvidar’. Él empezó a soltar como una lagrimita”, recordó.
No lo juzga
Pese a que le quitó a una de las personas que más amaba en este mundo, Alvarado dijo que no siente odio o resentimiento en contra del chofer de bus de apellido Guerrero, más bien ya lo perdonó, pues asegura que desde el accidente decidió dejar todo en manos de Dios
Alvarado finalizó diciendo que su familia espera llegar a una conciliación con la empresa dueña del autobús que aparentemente causó el accidente, pues no desean ir a un juicio donde revivirían todos los detalles de la muerte de Bryan.
“Si ellos no quisieran hacerlo así nos iríamos a lo legal, porque las cosas tampoco se pueden dejar así, no puede quedar impune”, finalizó.