Dos hermanos de apellidos Sánchez Vargas, de 37 y 48 años, asesinaron a balazos a Marcía Guzmán Salazar, de 34 años, pensando que ella asumiría la banda narco que dirigía su hermano.
Por este hecho y por herir al novio de Guzmán, de apellido Bendaña, los dos gatilleros fueron condenados a 35 años de cárcel cada uno por los delitos de homicidio calificado y tentativa de homicidio.
La condena fue impuesta por el Tribunal Penal de Alajuela el pasado martes, sin embargo, fue dada a conocer hasta este jueves por el Ministerio Público.
Durante el juicio, el Ministerio Público demostró que el homicidio de la mujer estaba ligado directamente con lo ocurrido con la banda de su hermano.
“La Fiscalía probó que los imputados, como líderes de la otra banda de Desamparados, creyeron que la mujer iba a quedar a cargo del grupo, por lo que optaron por asesinarla”, indica la acusación.
Las autoridades nunca confirmaron o descartaron si la mujer formaba parte del grupo criminal.
El asesinato se remonta al sábado 7 de noviembre del 2015, cuando Guzmán manejaba un carro en compañía de su novio por El Coyol de Alajuela.
“Tras perseguir el vehículo, los imputados dispararon unas catorce veces en contra del auto, ocasionándole la muerte a Guzmán e hiriendo al ofendido (Bendaña)”, señaló la Fiscalía.
Este homicidio ocurrió dos semanas después de que las autoridades desarticularon la banda narco que era dirigida el hermano de la mujer, también de apellido Guzmán. En ese operativo el OIJ detuvo al hombre y también a su mamá, de apellido Salazar.
El hermano de Marcía dirigía la banda bajo las órdenes de otro sujeto de apellido Mora, conocido como Gordo Leo, quien se encuentra encarcelado desde el 2009, cumpliendo una condena de 15 años por narcotráfico.