Un hombre contagiado de COVID-19 que violó una orden sanitaria para llevar a su esposa al hospital San Juan de Dios para que diera a luz podría recibir una multa de ₡2.251.000.
Así lo informó este viernes el ministro de Salud, Daniel Salas, al decir: una “persona que ya tiene un resultado positivo y sale de su casa pese a la orden sanitaria es muy grave y se somete a una multa de cinco salarios base (₡450.200).
“Tenemos un caso particular de una mujer embarazada y su esposo que asistieron a la cesárea sin decir que estaban positivos, transgrediendo la orden sanitaria y esa multa ya está en trámite de cobro”, explicó el ministro.
El caso al que hace referencia Salas se dio el miércoles en el hospital San Juan de Dios.
La mujer que llegó a dar a luz ocultó que su esposo estaba contagiado de coronavirus pese a que le preguntaron dos veces si tenía vínculo con algún caso positivo o sospechoso.
El Ministerio de Salud informó que a la mujer le tuvieron que hacer una cesárea y fue hasta después cuando reveló que el esposo tenía COVID-19 y que contaba con una orden sanitaria que le impedía salir de la casa, pero aun así él la acompañó al centro médico.
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Una vez que el personal se enteró de la situación le hicieron la prueba de COVID-19 a la mujer y al bebé. La de ella dio positivo y la del recién nacido negativo.
El doctor Joaquín Bustillos Villavicencio, jefe del servicio de Obstetricia del San Juan, informó que la madre se encuentra asintomática y sin complicación.
Además, dijo que ella y bebé los enviaron para la zona de aislamiento COVID-19: al pequeño le pusieron una careta y a ella una mascarilla quirúrgica; la mujer debe aplicar medidas estrictas de higiene para alimentarlo.
Grave riesgo
Guiselle Amador Ramírez, coordinadora de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del hospital, informó que debieron hacer una investigación para establecer cuántos trabajadores tuvieron contacto con la mujer.
Después de los análisis enviaron a aislamiento a 16 funcionarios: ocho médicos de gineco-obstetricia, dos anestesistas y seis enfermeras, que fueron tamizados y enviados a sus hogares con aislamiento preventivo por 14 días.
Estas personas deben informar de inmediato en caso de presentar algún síntoma.
También fueron aisladas y sometidas a la prueba dos pacientes que compartían cubículo con la mujer contagiada.
En el centro limpiaron y desinfectaron las áreas donde se atendió el parto y el salón donde compartía con otras pacientes.
El Ministerio de Salud detalló que el procedimiento en todos los hospitales es que cuando llega un paciente pasa primero a una zona de clasificación de pacientes donde se le hace un cuestionario para saber si ha tenido contacto con alguna persona contagiada de COVID-19 o con algún caso sospechoso, incluso se le toma la temperatura para saber si tiene fiebre.
La institución dejó claro de que la única forma certera en la que ellos pueden saber si una persona está contagiada de coronavirus es que previamente se le haya hecho una prueba y esta diera positivo, ya que eso queda incluido en el expediente, fuera de eso deben confiar en la palabra de la gente cuando le hacen las preguntas.
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Apelan a la consciencia
Ileana Balmaceda, directora del San Juan de Dios, le pide a la gente que cuando vaya a cualquier centro médico diga siempre la verdad para evitar poner en riesgo la vida del personal médico.
“Quiero hacer un llamado a la población siendo muy enfática sobre la responsabilidad que tiene la gente de dar la información correcta cuando sean entrevistados.
Si han estado en contacto con un paciente sospechoso o con un paciente activo o si tiene una órden sanitaria debe decirlo a los funcionarios de Salud para que se tomen todas las previsiones del caso.
“En ningún momento se le va dejar de atender a la población, pero si se tienen que tomar medidas de protección para los funcionarios, para el usuario y los demás pacientes del servicio”, dijo Balmaceda.