Sucesos

Franklin Chang le dedicó carta a Carlitos, su pupilo fallecido por un rayo

Joven pasó de ser pistero a convertirse en ingeniero y diseñador de prometedores proyectos.

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El astronauta Franklin Chang le escribió una emotiva carta a Carlos Martínez Castillo, uno de sus pupilos, quien murió el sábado pasado al ser impactado por un rayo en cerro Pelado, en Cañas, Guanacaste.

Martínez trabajaba en Ad Astra Rocket desde que Chang le dio una oportunidad para estudiar y salir adelante, chance, que según los compañeros y allegados, Carlos aprovecho al máximo.

Esta no es la primera vez que el científico tico escribe una carta para Carlitos, pues en el 2015, Chang publicó una artículo de opinión en La Nación para felicitarlo cuando el joven, quien era nicaragüense pero tenía años de vivir en Costa Rica, se graduó de Informática Empresarial en la Universidad de Costa Rica (UCR).

Esta despedida del astronauta se público en el Facebook de Ad Astra Rocket Company Costa Rica este martes, y Chang la tituló: “Una estrella fugaz”.

“Hubiéramos querido poder seguir apoyándonos en su inteligencia, sus destrezas técnicas, y su gran capacidad de resolver problemas. Desafortunadamente, el destino fue otro”, escribió el científico tico.

Carlitos tenía 12 años de estar de cerca de Chang y según él mismo reconoció, sus aportes eran importantes para Costa Rica y Estados Unidos.

“Había aprendido inglés, desarrollado destrezas en diseño y metal mecánica y, tras años de estudio en la Universidad de Costa Rica, se convirtió en el Ing. Carlos Martínez Castillo, director de Informática Empresarial y diseñador digital de nuevos sistemas de control de nuestra planta de hidrógeno, primera en Centroamérica”, publicó el presidente de Ad Astra Rocket.

Carlitos, quien es el ejemplo de superación de muchos de sus amigos, fue sepultado este martes en Las Américas de Upala.

Esta es la carta completa:

Carlos Alberto Martínez Castillo 1987-2018

Hubiéramos querido tener más tiempo para deleitarnos con su sonrisa pícara y su sentido del humor; más tiempo para aprender de su carácter suave, humilde y de sus sólidos valores humanos. Hubiéramos querido poder seguir apoyándonos en su inteligencia, sus destrezas técnicas, y su gran capacidad de resolver problemas. Desafortunadamente, el destino fue otro.

Nuestra buena fortuna nos trajo a Carlitos en setiembre del 2006, un joven delgado de escasos 18 años con apariencia humilde y recatada pero radiante de bondad y optimismo. Era oriundo de Nicaragua e hijo de una familia de agricultores que había emigrado a Costa Rica. Había completado sus estudios secundarios y ahora laboraba como pistero en la gasolinera de Liberia. Cuando mi hermano Ronald lo citó para un posible empleo en Ad Astra, no preguntó cuánto pagaban ni cuántas vacaciones tendría, ni si el trabajo era muy duro. Solo quiso saber a qué hora tenía que estar. Fue contratado de inmediato como asistente técnico en el taller de la empresa.

Doce años depués, llegó a ser figura clave en la gestión de la empresa, tanto en Costa Rica como en los Estados Unidos. Había aprendido el inglés, desarrollado destrezas en diseño y metal mecánica y, tras años de estudio en la Universidad de Costa Rica, se convirtió en el Ing. Carlos Martínez Castillo, Director de Informática Empresarial y diseñador digital de nuevos sistemas de control de nuestra planta de hidrógeno, primera en Centroamérica.

Carlitos, fuiste una estrella fugaz que pasó muy rápido por nuestro firmamento. Con el brillo de muchas, tu estela de luz nos bañará por mucho tiempo y nos ayudará a llenar el vacío de tu ausencia con los gratos recuerdos de tu camino a nuestro lado. Tus logros son testimonio de la fortaleza de tus valores y de tu esfuerzo y un ejemplo para muchos jóvenes que como nosotros te admiran.

¡Ad Astra, Carlitos!

Franklin Chang-Díaz, 24 de septiembre del 2018.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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